R: Es necesario mirar atrás la
historia primero para abordar este asunto. En el periodo inicial de
la República Popular fundada en 1949, la reforma agraria realizada
en el campo permitió a las masas campesinas poseer tierras propias
y despertó su entusiasmo por construir una nueva China socialista,
de suerte que la economía rural logró rehabilitarse y
desarrollarse. Se trataba de un cambio significativo en la
estructura de la economía rural.
Después, debido a nuestras pobre
comprensión creíamos unilateralmente que el socialismo chino podía
realizarse pronto, así que aceleramos la transición del agro hacia
el socialismo. En menos de tres a?os se implantó el sistema de
comunas populares en el campo en general luego de dar tres paso
adelante --los grupos de ayuda mutua para la producción agrícola,
las cooperativas de producción agrícola de tipo inferior y las de
tipo superior--, haciendo la propiedad privada de tierra de los
campesinos pasar a la propiedad colectiva en el agro y convirtiendo
ésta en parte componente de la propiedad pública socialista. Bajo
este sistema los campesinos perdieron el derecho autonómico sobre
la producción y el derecho a la disposición de los productos, a la
vez que se impuso el igualitarismo absoluto en el trabajo y la
distribución del ingreso. Por consecuencia, esto embotó el
entusiasmo de los campesinos por la producción.
En 1978, tomando en cuenta los
defectos del sistema de comunas populares, China decidió lanzar la
reforma primero en el agro, abolir ese sistema, introducir
universalmente el sistema de responsabilidad por contrata en base a
la familia y con el ingreso en función del rendimiento, recuperar
la propiedad de tierra colectiva, y permitir a los campesinos
trabajar la tierra de cultivo de propiedad colectiva mediante
contrata con la familia como unidad, tener el derecho autonómico
sobre la producción y la gestión, el derecho a la disposición de
los productos y el derecho a los beneficios. Esta reforma, adecuada
a las características de la producción y la gestión en el agro
chino, fue aplaudida por los campesinos y movilizó enormemente su
iniciativa por la producción.
En cuanto a si la abolición de las
comunas populares fue un retroceso, le bastaría a uno con sólo ver
los cambios ocurridos en el agro chino para sacar su propia
conclusión. Además de promover un acelerado incremento de la
producción agrícola y elevar con rapidez el nivel de vida de los
campesinos, la reforma ha traído cambios históricos a las zonas
rurales del país.
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