Respuesta: En la actualidad los países del mundo arrojan un crecimiento anual medio del PIB en el nivel de 3-4%. En comparación con esta cifra, cabe decir que la tasa del 7,5% que China se propone continuar manteniendo en el periodo 2006-2010 es elevada. Pero la fijación de esta velocidad se ha determinado enteramente por nuestras condiciones nacionales entre otros factores.
Examinando por la necesidad interna, China requiere mantener un ritmo de incremento económico relativamente rápido. A finales de 2005 el país tenía 23,65 millones de pobres en el campo, 23 millones de receptores de la garantía del mínimo nivel de manutención en las ciudades y los poblados y otras decenas de millones de personas de renta baja en ambas zonas, así que estos tres grupos sumaban cerca de 100 millones de personas. Por eso mantener cierta velocidad de crecimiento favorece la solución a la pobreza y al problema de ropa y alimentación. Por otro lado, China todavía se halla en la etapa de urbanización y de industrialización de nuevo tipo, lo cual está acompa?ado de la necesidad de edificar una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos y mejorar la vida del pueblo. Aparte, en 2005 planteamos que era preciso edificar un nuevo agro socialista, lo que también exige un desarrollo económico relativamente más rápido. Por a?adidura, siendo un país en vías de desarrollo, esperamos dar alcance poco a poco a los países desarrollados o pasar a sus filas. Nos sería difícil realizar este objetivo si nuestro ritmo de desarrollo no fuese convenientemente rápido.
A juzgar por la realidad del desarrollo económico de China, sí existen factores que propulsan su incremento económico. Primero que todo, el PIB del país ha crecido en un promedio anual del 9,6% en los pasados cerca de treinta a?os de reforma y apertura. En el último trienio, que va del 2003 al 2005, el PIB se acrecentó en un promedio del 10%. Y el primer trimestre de 2006 dio un buen comienzo al XI Plan Quinquenal, con el PIB que llegó a 4.331.300 millones de yuanes, esto es, un aumento del 10,2%, ligeramente por encima de la cifra del 9,9% registrada en el mismo periodo del a?o anterior. Es de afirmar que es posible mantener un ritmo de incremento económico en el 7,5% en los próximos a?os.
En segundo lugar, la demanda interna, la inversión y el superávit de la balanza de pagos constituyen tres factores importantes que impulsan el incremento económico. En el lapso 2001-2005 la inversión de China en activos fijos totalizó aproximadamente 30 billones de yuanes, superando la suma registrada en los veinte a?os anteriores (1981-2000) y alcanzando a alrededor del 45% del PIB. Las capacidades productivas formadas por la inversión en activos fijos a gran escala se liberarán en los próximos a?os, lo cual, además de aliviar las restricciones al desarrollo económico del país en algunos campos, incrementará grandemente su capacidad de suministro.
Y tercero, el comercio de exportación de China ha contribuido al incremento del PIB en el 53%, a la par que la globalización económica le permitirá hacer más amplia la apertura al exterior, de manera que podemos distribuir los recursos constituyentes de los elementos de producción a escala mundial, lo cual también recortará considerablemente nuestro coste y promoverá nuestro incremento económico.
Ya hemos dejado de perseguir meramente la velocidad y estamos alertas contra la tendencia de rivalidad por ella. Pero con todo, para China es apropiado continuar manteniendo un incremento económico superior al 7,5%. Y visto a largo plazo, con tal de profundizar más en la reforma, especialmente en la del sistema de administración ejecutiva, comprender correctamente los cambios en la tendencia del desarrollo económico y adoptar medidas enérgicas para resolver adecuadamente toda clase de problemas que puedan estorbar el crecimiento económico, seremos capaces, sin lugar a dudas, de realizar el importante objetivo de mantener un desarrollo estable y acelerado de la economía en el periodo del XI Plan Quinquenal.
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