Respuesta: Es cierto que conforme a la influencia de las empresas estatales sobre la seguridad estatal y la economía nacional, estamos clasificando las empresas estatales en A, B, C y D. Con respecto a las empresas de clase A, el Estado mantendrá su capital exclusivo o control absoluto de las acciones, y en cuanto a las de las otras clases tomará el ajuste y la optimización de la estructura de propiedad como punto prioritario y las reformará para su cambio al sistema accionario a través de diversos canales como la cotización en bolsa reglamentada, la cotización completa, el capital mixto chino-extranjero, la separación de los derechos accionariales y la fusión mediante adquisición, con el fin de diversificar los sujetos de inversión.
Actualmente China tiene 138.000 empresas estatales con 43 millones de trabajadores, incluyendo 169 empresas centrales con 10,53 millones de trabajadores. De acuerdo con el progreso de la reforma, las empresas estatales han estado disminuyendo cada a?o en 4.000 a 5.000 y las empresas centrales han disminuido desde las 196 en el pasado a 169. Pero viendo de conjunto, la economía estatal adolece aún de una distribución amplia y no racional. Conscientes de ello y con sujeción al principio de “avanzar en unos casos y retroceder en otros”, aceleraremos el ajuste estratégico de su distribución y estructura. Los contenidos son:
Primero, recortar racionalmente la distribución de las empresas centrales, consiguiendo que el capital estatal se desplace a concentrase en las industrias básicas, los servicios, las instalaciones, las materias primas y las tecnologías y procedimientos de trabajo clave donde es difícil poner en juego el mecanismo de mercado o es necesario ejercer el control prioritario, y en los sectores importantes y campos clave que ata?en a la seguridad estatal y a la arteria vital de la economía nacional.
Segundo, aumentar, a través de la inversión incremental y el ajuste de la cantidad de existencias, la inversión en las industrias básicas y pilares que tienen un fuerte control sobre la economía estatal y amplios horizontes de desarrollo en el mercado, desarrollar con prioridad las industrias de alta y nueva tecnología, preparar industrias conductoras orientadas al futuro y formar una fuerza vertebral o grupos de empresas de alta y nueva tecnología capaces de ejercer el papel de vanguardia y conducción en el desarrollo de la economía nacional.
Tercero, acelerar la reorganización y ajuste de las empresas centrales, y acelerar la formación y el desarrollo de 80 a 100 compa?ías grandes y grupos empresariales grandes con tecnologías avanzadas, estructuras racionales y mecanismos flexibles y poseedores de la propiedad intelectual propia y una fuerte competitividad internacional.
Y cuarto, impulsar activamente el ajuste y la reorganización de los activos en existencias entre las empresas centrales, entre éstas y otras empresas y entre las de los eslabones superiores y las de los eslabones inferiores, optimizar la distribución de la economía estatal entre las empresas, y cercenar los niveles de administración en las empresas mediante la fusión interna y la reorganización exterior para optimizar la distribución de la economía estatal en el seno de las empresas.
Mientras se ajusta la distribución o estructura de la economía estatal, es inevitable aplicar el principio de “avanzar en unos casos y retroceder en otros”. Se incrementará la inversión en los ámbitos que el Estado debe tener control y que tienen influencia importante sobre el futuro desarrollo del país; en cuanto a aquellas empresas que deben retirarse del mercado se reorganizarán sus activos y se ajustarán sus estructuras para que el mercado las elimine mediante la competencia leal. Hasta el momento, dos tercios de las empresas estatales grandes y medianas difíciles se han retirado del mercado, y se prevé que las restantes harán lo mismo de aquí a 2008. Para alcanzar esta meta, se las venderá, fusionará o dejará pasar si es necesario.
En cuanto a si la reducción del número de empresas estatales afecta o no al control sobre la economía estatal, la preocupación está de sobra. En 1998-2003, según estadísticas, las empresas y holdings estatales disminuyeron en 40%, desde 238.000 a 150.000, pero sus ganancias aumentaron en 22,2 veces, elevándose desde 21.370 millones de yuanes a 495.120 millones, sus activos se acrecentaron desde 14,9 billones de yuanes a 19,7 billones y sus activos netos desde 5,21 billones de yuanes a 8,36 billones, y las empresas de la parte continental de China clasificadas entre las 500 más fuertes del mundo aumentaron desde tres a catorce y todas son de propiedad estatal. Esto comprueba plenamente que aunque las empresas estatales han disminuido en número, su calidad de conjunto se ha elevado y su papel rector e influencia en la economía nacional se han fortalecido en gran medida.
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