Si bien la prevalencia del sida en China permanece en niveles bajos en comparación con su población total, la situación es grave en varias provincias afectadas por el tráfico de drogas y las donaciones ilegales de sangre, de acuerdo con las propias autoridades chinas.
El país asiático había registrado 214.000 casos de VIH a fecha de 30 de julio de 2007, de acuerdo con Hao Yang, subdirector de la oficina de prevención y control de la enfermedad del Consejo de Estado.
"Aún muchos seropositivos no han sido incluidos en los registros oficiales", indicó Hao en una entrevista realizada en Xinhuanet.com, "Dependemos de investigaciones sobre muestras poblacionales para estimar la prevalencia general".
Según la última gran investigación sobre la enfermedad realizada en 2005 por el Ministerio de Salud Pública, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH Sida (ONUSIDA) y la Organización Mundial de la Salud, el número de infectados por el virus VIH en China se situaba en torno a 650.000.
La investigación tiene una periodicidad bienal, pero la cifra de este a?o aún no ha sido publicada.
"Por una parte la prevalencia es aún baja en una población de 1. 300 millones de personas, pero la otra cara de la moneda muestra que el número de infectados es muy alto", afirmó Hao.
La situación en China es mejor que en muchos países africanos y algunas naciones vecinas, pero en varias provincias afectadas por el tráfico de drogas y las donaciones ilegales de sangre, la prevalencia es alta y la situación es muy grave, sostiene Hao.
En la misma entrevista, Wu Zhunyou, director del Centro Nacional de Prevención y Control del Sida, se?aló que mientras la prevalencia en la población total china, en el caso de las mujeres embarazadas, por ejemplo, se mantenga por debajo del 1 por ciento, puede ser considerada baja.
La población portadora del virus en China proviene principalmente de grupos de riesgo como los consumidores de drogas por vía parenteral, los trabajadores del sexo o quienes mantienen un elevado número de parejas sexuales distintas, sostiene Wu.
"Pero China debe extraer lecciones de países como Suráfrica. Estamos tratando de anticiparnos", subrayó Wu.
Diversas medidas gubernamentales han sido lanzadas recientemente, entre ellas la gratuidad de las pruebas de detección del virus, la gratuidad del tratamiento antiviral en las áreas rurales y entre la población con escasos recursos, así como tratamientos gratuitos y asistencia en el parto a las embarazadas seropositivas.
Desde 2005, los departamentos de salud de los distritos chinos, los órganos gubernamentales de nivel inferior, informan de la aparición de casos de la enfermedad al gobierno central de Beijing a través de una red informática, con lo que, según Hao, se ha mejorado la fiabilidad de los datos recopilados.
"No podemos controlar completamente la propagación del sida a corto plazo, por lo que son necesarias nuevas medidas de prevención", afirmó Wu.
El gobierno chino ha lanzado diversas campa?as de sensibilización sobre la enfermedad, a través, por ejemplo, de la formación sexual de los jóvenes o la instalación de máquinas expendedoras de preservativos.
En los últimos dos a?os las grandes ciudades del país han comenzado a exigir la presencia de profilácticos en las habitaciones de los hoteles. Fin