Un moderno sistema administrativo caracterizado por autonomía regional y servicios públicos apropiados está prosperando en el Tíbet, dijeron tibetólogos que descartaron cualquier posibilidad de que la región vuelva a la teocracia encabezada por el Dalai Lama.
La teocracia ha perdido su raíz en el Tíbet porque la gente ha aprendido del pasado, dijo hoy a Xinhua el profesor Lhagpa Phuntshogs, director general del Centro de Investigación de Tibetología de China (CITCh).
"El Tíbet estuvo bajo el régimen teocrático y servidumbre feudal durante siglos hasta la década de los 50 del siglo pasado", dijo, y agregó que la teocracia en el Tíbet no es única del sistema que solía dominar Europa y que fue abandonado desde el Renacimiento en el Siglo XV.
El viejo sistema político envenenó al Tíbet, dejando a miles en la pobreza y esclavitud, afirmó. "El Dalai Lama, desde el quinto, ha estado en lo más alto de esta jerarquía y ha permanecido como su símbolo hasta ahora.
"La gente podría olvidar quiénes siguieron al Dalai Lama para huir del Tíbet en 1959 y por qué se fueron?", preguntó.
Los documentos históricos muestran que la mayoría de los seguidores del Dalai Lama en 1959 eran nobles y monjes que disfrutaban de privilegios bajo el régimen teocrático y feudal. Ellos se opusieron a China porque estaban en contra de las reformas y cambios que empezó a aplicar el gobierno central al viejo sistema, dijo el experto.
El "gobierno tibetano en el exilio", fundado por el Dalai Lama y por sus seguidores, adoptó un sistema similar a una teocracia, dijo Tang Jiawei. El famoso tibetólogo que reside en la provincia de Sichuan, suroeste de China, se refirió a la "constitución" del "gobierno en el exilio" que otorgó al Dalai Lama el máximo poder sobre sus asuntos religiosos y políticos.
"El grupo del Dalai no es tan democrático y libre de conflictos y violencia en su interior como afirma su líder", dijo Tang.
Uno de los incidentes mejor conocidos fue el ataque del Dalai Lama a los creyentes de la deidad budista tibetana Dorjee Shugden.
La represión religiosa del Dalai Lama y de sus hombres contra este grupo de creyentes empezó en la década de los 90. En 1996, el Dalai Lama prohibió la adoración de la deidad y varias estatuas de la deidad fueron da?adas, en tanto que los creyentes fueron acosados y amenazados.
Esto provocó una protesta de 300 personas en Londres, cuando el Dalai Lama visitó la capital británica en el verano de 1996.
En un ritual en la India en enero de 2007, nuevamente ordenó a la gente que no adorara a Dorjee Shugden, calificó a sus creyentes como espías del gobierno chino y pidió a sus seguidores que tomaran una decisión radical entre él y Dorjee Shugden.
Después de esta declaración, las estatuas de la deidad fueron da?adas en algunos templos del Tíbet y en otras regiones habitadas por tibetanos.
Los observadores dijeron que el Dalai Lama está usando la religión para eliminar a sus rivales políticos y alcanzar sus metas políticas.
Mientras que los tibetanos trabajaban arduamente para mejorar sus tierras natales, el Dalai Lama y sus seguidores acosaron la frontera china con fuerzas extranjeras contra China en la década de los 60 y fomentaron incidentes violentos en la década de los 80. El mes pasado, la violencia cobró 19 vidas inocentes en Lhasa.
"El Tíbet no es un paraíso. Enfrenta desafíos y dificultades durante su desarrollo", dijo Bi Hua, un experto de CITCh. "Pero la gente sabe que estamos mostrando el verdadero sentido de responsabilidad al Tíbet".
"El Tíbet ha logrado un gran progreso en las décadas pasadas", agregó Tenzin Ganpa de unos 60 a?os de edad, otro importante investigador del CITCh y un nativo de Lhasa.
A la gente común se le ofrecen mejores servicios públicos en educación, atención médica, pensión y vivienda, y además disfrutan de un nivel de vida más alto, dijo. Fin