Cierto, resulta difícil encontrar restaurantes abiertos, salvo en zonas muy comerciales como Sanlitun o Xidan; el resto de los establecimientos permanecen cerrados por unos días, ya que sus propietarios, la mayoría foráneos, se toman unos días de merecidísimas vacaciones para volver a casa con los suyos. En esta ciudad donde nadie sabe de fines de semana, uno tiene la impresión de vivir estos días en un domingo más largo de lo normal.