4 de diciembre de 2012. Stand de México en la IV Feria de Inversiones Chinas en el Extranjero, en Beijing. CFP |
A finales de 2011, la suma existente de inversiones directas chinas no financieras en Latinoamérica alcanzó los 54.000 millones de dólares y el volumen comercial sino-latinoamericano fue de 241.500 millones. Sin duda, este considerable y rápido desarrollo fomentará la cooperación económica entre ambas partes y sobre todo impulsará en gran medida las inversiones directas en esta región.
Gracias a estas inversiones, China proporciona fondos, tecnología y empleos en ALC, que son utilizados por los gobiernos de algunos países para abrir un nuevo camino de desarrollo, como ocurre con sectores como la construcción de infraestructuras y el desarrollo de procesamientos.
Por otra parte, las favorables condiciones de la región, consistentes en ricos recursos naturales, amplio mercado, políticas preferenciales para la inversión extranjera, TLC suscritos con Chile, Perú y Costa Rica, así como la condición de China como miembro del Banco Interamericano de Desarrollo, ofrecen un buen incentivo para el ingreso de las empresas chinas en ALC. Además, los nuevos ajustes en la estructura industrial generados por los países latinoamericanos, debido a la crisis financiera mundial, han creado también buenas oportunidades para los inversionistas chinos.
Obstáculos a vencer conjuntamente
A finales de 2006, la reserva de divisas de China registró el récord de 1,07 billones de dólares, convirtiéndose en el país de mayores reservas en el mundo. Dicho índice alcanzó los 3,18 billones a fines de 2011, con el que se mantuvo el liderazgo. Como se se?ala en el Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe, emitido el 5 de noviembre de 2008, el Gobierno chino estimula y apoya a las reconocidas empresas chinas que se dirigen a ALC a incrementar la cooperación en áreas como la manufactura, la agricultura, la silvicultura, la pesquería, la energía, la explotación de recursos minerales, la construcción de infraestructuras y los servicios, y que realizan contribuciones al desarrollo económico y social común. Al mismo tiempo, el Gobierno chino le da la bienvenida a las empresas latinoamericanas que deseen invertir en el país. El Gobierno considera a ALC como una de las zonas más importantes de inversión al exterior. Hay confianza en que las inversiones directas hacia Latinoamérica continúen experimentando un rápido crecimiento.
Del mismo modo, debemos tomar en cuenta los obstáculos y desafíos que enfrentan las empresas chinas en ALC: riesgos en el Estado, la gestión y la tasa de cambio; los problemas en la infraestructura, el ambiente de financiamiento, las políticas tributarias, la eficiencia del Gobierno; la barrera del idioma; las limitaciones en el capital extranjero; las normas sobre protección laboral en ALC, pues los sindicatos tienen poder y son frecuentes las huelgas y negociaciones en cuanto a los salarios; la aplicación de nacionalizaciones en algunos países en los que invierten; así como el desconocimiento que las empresas chinas tienen sobre las políticas locales, las leyes, la cultura, las costumbres, el mercado, las características de consumo, la competitividad, etc. Todo lo que se menciona antes necesita del esfuerzo aunado entre ambas partes, con el fin de vencer los obstáculos y generar ganancias compartidas.
Por XU SHICHENG*
* Xu Shicheng es investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales y vicepresidente de la Asociación China de Estudios Latinoamericanos.