Científicos chinos han instalado un sistema de alerta temprana en las cuevas budistas más valiosas del país, para proteger sus murales centenarios de los cambios bruscos en la temperatura, así como de los elevados niveles de humedad y densidad de dióxido de carbono ocasionados por la masiva afluencia de turistas.
El sistema, desarrollado conjuntamente por la Academia Dunhuang, basada en la noroccidental provincia de Gansu, y la Universidad de Zhejiang, cuenta con termómetros, higrómetros, y detectores de dióxido de carbono, dijo Fan Jinshi, curador de la mencionada academia.
"Cuandoquiera que uno de estos índices alcance un nivel de alarma, el sistema activará una alarma y nosotros evacuaremos a todos los turistas y cerraremos las cuevas hasta cuando los niveles regresen a la normalidad y se pueda levantar la alarma", explicó Fan.
Las pruebas del sistema ya se iniciaron en diez de las 50 cavernas que están abiertas al público. La administración de los santuarios reajustará los límites en el número de visitantes dependiendo de los resultados de los monitoreos.
Un promedio de entre 3.000 y 5.000 turistas desfilan hacia la desértica ciudad cada día en la temporada alta, comprendida entre mayo y octubre, para ver los miles de pinturas. El volumen de gases emitido por tal cantidad de gente es perjudicial para las cuevas, aseguran los especialistas.
La ventilación de estos lugares siempre ha sido un problema, ya que el 85% de las cavernas mide menos de 25 metros cuadrados.
Por su parte, los expertos han advertido en repetidas ocasiones que las obras de arte, algunas de ellas pintadas en el siglo IV, están perdiendo su color debido al creciente y descontrolado número de turistas.
La Academia, en su página de Internet, ha sugerido a quienes planean viajar a Dunhuang que hagan reservaciones por anticipado, dijo Li Ping, director del departamento de recepción de la citada institución.
Presumiblemente formadas en el a?o 336 d.C., las Cavernas de Mogao, también conocidas como las Cuevas de los 1.000 Budas, fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987.
En total, 735 grutas han sido descubiertas, y los frescos en sus paredes interiores cubren un área de 45.000 metros cuadrados. Adicionalmente, las cavernas alojan 2.400 estatuas multicolores de Buda.
(29/08/2007, Agencia de xinhua)