El 12 de este mes, en el Templo de Emperadores y Reyes de Todas las épocas de Beijing, empezó la exposición de 195 reliquias reclamadas y regresadas de ultramar en cinco partidas durante los últimos cinco a?os. La muestra concluirá el 10 de julio.
El presidente de la Administración Nacional de Patrimonio Cultural (ANPC), Shan Jixiang, manifestó que estas reliquias comprenden 156 reclamadas por el Gobierno chino a Dinamarca, seis figuras de cerámica de la dinastía Han (206 a.c-220 d.c.) reclamadas a Estados Unidos, 31 figuras de cerámica de la Tumba Yangling de la misma dinastía compradas por chinos de ultramar y donadas al país, un caballo de cerámica de esa dinastía devuelto por un museo extranjero y una escultura en piedra de Buda del periodo de las dinastías del norte (386-581) devuelta por otro museo también extranjero.
Según reveló Song Xinchao, vicepresidente de la ANPC, las seis figuras de cerámica de la dinastía Han reclamadas a Estados Unidos fueron descubiertas en marzo del 2006, cuando el departamento de seguridad pública y el de patrimonio cultural de la provincia de Shaanxi detectaron un caso de excavación y robo de tumbas imperiales de esa dinastía. Justo en ese tiempo, las estaba vendiendo una firma de subasta de Estados Unidos. La embajada china no demoró en actuar en nombre del Gobierno chino, impidió la venta y logró que regresaran al país.
En la actual exposición, están presentes todas y cada una de las 156 reliquias salidas de contrabando y reclamadas a Dinamarca el pasado 4 de abril. Song dio a conocer que estas reliquias las compró un coleccionista danés en Alemania en 1995, pero quien no habló de su procedencia, por lo que aún se están investigando las rutas de contrabando. Sin embargo, se ha puesto en claro que una peque?a porción de aquéllas habían salido de Xi’an, capital de la provincia de Shaanxi, y que todas serán devueltas a sus lugares de procedencia una vez que los investigadores tengan en claro los orígenes de las demás reliquias.
Imagen de Buda prestada a Japón durante siete a?os
En la entrada al salón de exhibición, hay una escultura de piedra de Buda de 92,9 cm de altura de pie. Labrada de una roca caliza en el periodo de las dinastías del norte, fue robada en 1994 de la oficina de custodia de reliquias del municipio de Boxing, provincia de Shandong. En el 2000, la ANPC se enteró de que estaba exhibida en el Museo Miho, Japón. Después de las consulta entre ambas partes, este museo accedió a devolverla a China y la ANPC estuvo de acuerdo en prestarla para su exhibición por siete a?os. En enero de este a?o, la escultura de Buda por fin retornó a China y pasó a la colección del Museo Provincial de Shandong. Esta imagen, una obra de la conocida serie de figuras de Qingzhou, tiene un alto valor histórico y de arte.
Caballo de cerámica de Han devuelto por un museo sueco
En el centro del salón está este caballo de cerámica pintado de la dinastía Han, de 49 cm de alto por 47 de largo. En 1995 llegó a Suecia por canales ilegales y un coleccionista lo donó al Museo de Asia Oriental. No obstante, el museo decidió, por iniciativa propia, devolver esta obra de origen oscuro a China. En septiembre de 2004, la entregó al Gobierno chino con previo consentimiento del Gobierno sueco.