A partir de esta ma?ana, los cerca de 10 millones de musulmanes de la noroccidental región autónoma uygur china de Xinjiang realizarán treinta días de ayuno, que implica la abstinencia total de comida, bebida y relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol.
El mes sagrado del Ramadán, que corresponde al noveno mes según el calendario musulmán, empieza con una luna creciente y termina con otra luna nueva.
"Me levanté a las tres de la madrugada para comer y rezar. Pero no me siento cansado", contó a Xinhua Memet, un musulmán de 45 a?os profesor del Instituto de Estudios Islámicos del Corán de Xinjiang, situado en Urumqi, la capital regional.
Durante el mes del ayuno, Memet actuará siguiendo al pie de la letra las instrucciones del Corán. "Como antes del amanecer y ayuno hasta el anochecer. Además, rezo cinco veces al día", explicó.
Al momento de la entrevista, Reimu, su esposa, ya había preparado la cena para esta noche. "He esperado desde hace mucho tiempo la llegada del mes del Ramadán, ya que para nosotros es el mes de mayor suerte y nobleza, y el mejor tiempo para suavizar el carácter y purificar el alma", expresó la mujer.
Abudu, un musulmán que vive en la calle Yanan de Urumqi, manifestó que durante este mes todos los creyentes musulmanes deben unirse y hacer buenas obras. "Los que hacen lo bueno reciben bendiciones de Alá", dijo.
Yusufu, gerente de la famosa cadena de comida musulmana Bodun en Urumqi, expresó su pesar por no poder realizar el ayuno. "No lo puedo hacer por las labores diarias. Pero intento hacer más cosas bondadosas, lo que también es un 'ayuno interior'", puntualizó.
Xinjiang cuenta con una población de unos 21 millones de habitantes, de los cuales los de la etnia uygur corresponden a cerca del 46 por ciento. Fin