La elaboración del tangka implica un proceso muy complicado y una obra toma generalmente varios meses e incluso varios a?os. Incluye principalmente los trabajos de preparar la tela, hacer el bosquejo, poner y te?ir los colores, marcar líneas con el pincel, pintar con oro líquido e incrustar el oro.
Ante todo, se usan hilos delgados para fijar planamente la tela en un soporte de madera. Luego se unta en forma equilibrada un pegamento líquido en ambos lados de la tela. Después de quedar seca, se la cubre con una capa fina de yeso y se la pule repetidamente con conchas y guijarros, hasta que la superficie de la tela sea resbaladiza y plana, sin dejar ver la fibra. A continuación se emplea una barra de madera carbonizada para delinear el perfil del buda y un lápiz para trazar las líneas.
Las pinturas son hechas con minerales naturales para realzar los colores vivos y permanentes. Después de poner los colores, se hace el bosquejo con pinceles coloridos y se pintan las figuras con oro líquido. Los pintores tibetanos tienen rigurosas exigencias sobre la calidad del oro en polvo, que debe ser puro cien por ciento.