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Una vecina pasa junto a edificios derribados en Fangzhuanchang Hutong |
Sin duda, la experiencia muestra cómo los temores de muchos especialistas ante este nuevo plan de remodelación urbana no son desde luego infundados. En las últimas seis décadas, según datos de la UNESCO, hasta un 88% del patrimonio histórico de la ciudad ha sido destruido. A pesar de seguir siendo uno de los barrios antiguos mejor conservados de Beijing y de estar catalogado desde 2002 como área Histórica y Cultural Protegida, las calles de Gulou ofrecen sin embargo numerosos ejemplos de cómo a menudo no se respeta la normativa que protege estos valiosos edificios, los consejos de los expertos, ni la voluntad de los propietarios y vecinos.
Eso precisamente fue lo que ocurrió cuando en 2004 se emprendió la remodelación de la calle Jiugulou y parte de Gulou Xidajie. Entonces, 19 expertos académicos y miembros de organizaciones no gubernamentales, entre ellos el presidente de la Academia de Arqueología de China Xu Pingfang, el profesor de la Academia de Edificación de Beijing Chen Zhihua y uno de los miembros de la CCPPCh, Liang Congjie, remitieron a los responsables de la Conferencia sobre Conservación del Patrimonio Mundial que la UNESCO estaba celebrando entonces en la ciudad china de Suzhou un documento donde se advertía sobre la destrucción de una parte del casco antiguo de Beijing. Según lo recogido en el mismo, el ensanchamiento de la calle Jiugulou para aliviar los problemas de congestión de tráfico de la zona suponía la destrucción de edificios de cientos de a?os de antigüedad, y, en tanto que está situada dentro de la Zona Cultural e Histórica Protegida de Shi Chahai, incumplía las normas de protección del patrimonio de la ciudad. Sus consejos, sin embargo, fueron desoídos, y hoy la calle, de tráfico eso sí casi siempre fluido, ha perdido irremediablemente el encanto de anta?o.
En realidad, eso es también lo que ha estado ocurriendo desde el pasado verano, cuando gran parte de los edificios de las avenidas Di’anmen Dongdajie y Di’anmen Xidajie se venían abajo para dar paso a las obras para la construcción de las nuevas líneas 6 y 8 del metro. En este caso, y hace tan sólo unas semanas, yo misma tenía la oportunidad de ser testigo del desalojo forzoso por parte de la policía del propietario de un comercio en Dianmen Xidajie que al parecer, no sólo no estaba satisfecho con la compensación que se le ofrecía, sino que temía además que su negocio no prosperara en los suburbios como podía hacerlo en su emplazamiento original. Días más tarde, junto al hermoso edificio de más de cien a?os de historia de la famosa farmacia imperial Tongrentang de Beihai, no había más que un solar vacío. Dentro de unos meses, presumiblemente, a su lado se levantará una incongruente parada de metro.