Esta costumbre se desarrolla principalmente en el sur del país. Cuando las familias se reúnen para contemplar el paisaje oto?al en Foshan (Guangdong), la gente lleva muchos faroles multicolores y muy decorados: de sésamo, cascarones, virutas, pajas de arroz, escamas, cascarillas o pepitas, entre otros.
En Guangzhou y Hong Kong, en la noche del Medio Oto?o, los ni?os, con la ayuda de sus padres, fabrican faroles con papel de bambú, los cuelgan horizontalmente en ca?as cortas y luego los erigen verticalmente en largas ca?as. Los brillantes faroles otorgan un ambiente especial a la tradicional fiesta china. Los ni?os compiten para ver quién erige más y más alto los faroles y quien los hace más bonitos.
Además, hay personas que lanzan faroles ‘Kongming’ al cielo, impulsados por el aire caliente proveniente de las velas encendidas en su interior. Los ni?os también llevan distintos tipos de faroles de mano, con los que juegan bajo la luz de la luna.
En Nanning, capital de Guangxi, los ni?os juegan, además de con los faroles hechos con papel y bambú, con farolillos de toronjas, calabazas y naranjas, también muy populares. Algunos ni?os incluso depositan los faroles de toronjas sobre el agua.
En las provincias del sur, como Jiangxi, Guangdong y Guangxi, está muy extendido un juego consistente en quemar linternas de teja. En la localidad cantonesa de Chaozhou la gente construye una torre hueca hecha con ladrillos y tejas, la rellena con ramas de árboles y luego la quema, algo que también rememora aquella quema de pagodas en la Dinastía Yuan.