China y Estados Unidos, a través de sus representantes, manifestaron que lucharán contra el proteccionismo comercial, y promoverán de manera activa una exitosa Ronda de Doha de conversaciones sobre la liberalización comercial, que llegaron a un punto muerto en julio, cuando se dieron diferencias entre Estados Unidos e India acerca de las medidas para defender la subsistencia de los campesinos en países pobres por el incremento en las importaciones.
Como un paso para apoyar el comercio en medio de la actual crisis financiera, los dos países anunciaron que sus bancos de exportación e importación destinarán 20 mil millones de dólares adicionales para financiar el comercio. La financiación favorecerá particularmente "a los importadores dignos de créditos en los países en vías de desarrollo", según las dos partes.
Paulson comentó que también discutió con sus colegas chinos "la importancia del crecimiento doméstico y la de una moneda determinada por el mercado en la promoción de un desarrollo equilibrado en China".
De acuerdo con una hoja informativa emitida por la parte estadounidense, el país norteamericano reconoció que "los movimientos del dinero serían desiguales durante períodos más cortos", pero también animó a China a "continuar y acelerar la apreciación y la flexibilidad de su moneda, el yuan”.
El comentario fue hecho en medio de una especulación de que China estaba cambiando su política de tipo de cambio para permitir que el yuan se debilitara, a fin de ayudar a los exportadores y ahorrar empleos, especulación desatada por la presencia de un yuan debilitado frente al dólar estadounidense esta semana.
Paulson también indicó que China ha decidido permitir a los bancos extranjeros comerciar bonos en su territorio bajo los mismos términos que los bancos chinos, entre otros acuerdos alcanzados para ampliar la apertura del sector financiero del país.
Además, los dos países acordaron profundizar la cooperación en la seguridad de productos y alimentos, y se comprometieron a hacer esfuerzos continuos para cooperar en los terrenos de energía y medio ambiente.
"China espera continuar sinceras y pragmáticas conversaciones con la nueva administración estadounidense", finalizó Wang.
