“La posición de un país acreedor maduro debe satisfacer dos requisitos: el crecimiento económico y el superávit comercial permanentes y la significativa influencia en el sistema monetario internacional”, expresó Ba Shusong, subdirector del Instituto de Finanzas en el Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado chino.
“La formación de la posición de los nuevos países acreedores, representados por China, es el resultado natural del crecimiento económico. Sin embargo, debido a la débil influencia del RMB en las organizaciones internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el sistema monetario internacional, esa posición es inmadura y desequilibrada. Por lo tanto, aunque China se ha convertido en el mayor acreedor del mundo, no tiene la obligación ni tampoco es capaz de asumir la llamada responsabilidad del acreedor”.
Ba Shusong manifestó que como país en vías de desarrollo cuyo PIB per cápita aún se sitúa fuera de los primeros cien países, la posición de China como mayor acreedor del mundo se debe principalmente al desarrollo de la división del trabajo en la cadena industrial mundial, mientras que tiene una relación estrecha también con el desequilibrio entre los índices de depósito y de consumo y la grave demora de la reforma del sistema monetario internacional.
“La identidad más fundamental en la ciencia de macroeconomía consiste en que la diferencia entre el depósito y la inversión es equivalente a la diferencia entre los ingresos y los pagos. Si se da una definición más amplia de los depósitos tomándolos como el depósito nacional, el superávit de la cuenta corriente de ingresos y pagos mundial y las reservas en divisas, la posición de China como país acreedor es, en esencia, el proceso de la ampliación constante del depósito nacional y la carencia de inversiones, así como la reducción del consumo (o sea el incremento del depósito y la reducción del consumo).
En comparación con China, la posición como acreedor de Estados Unidos es un proceso derivado del incremento constante de la carencia de inversiones y el depósito y la ampliación del consumo (o sea, la reducción del depósito y el incremento del consumo), a?adió el vicedirector Ba.
En 2008, la tasa de depósito anual de China alcanzó el 51,3 por ciento, el punto máximo en la historia, mientras que la de Estados Unidos fue de apenas el 12,6 por ciento, el punto mínimo en su historia.
“Partiendo de este ángulo, el desequilibrio entre el acreedor y el deudor refleja la diferencia entre el productor y el consumidor”.