BUENOS AIRES, 27 sep (Xinhua) -- El efecto de la devaluación de finales del a?o pasado e ingresos que aún no se equiparan con el ritmo inflacionario en Argentina explicarían gran parte del fuerte aumento de la pobreza en el primer semestre que alcanzó aproximadamente al 52,9 por ciento de la población de este país, según sostuvo hoy viernes el economista Fernando Morra.

Según datos oficiales, el indicador de pobreza aumentó en los primeros seis meses de este a?o 11,2 puntos porcentuales respecto de diciembre con más de 15,7 millones de personas que no pueden satisfacer la canasta básica total.

Adicionalmente, más de 5,4 millones descienden la línea de indigencia, equivalente a un 18,1 por ciento de la población aproximadamente, sin poder satisfacer necesidades alimentarias básicas.

"Los principales factores fueron, obviamente, la devaluación (del peso), la aceleración de la inflación e ingresos que van corriendo por debajo de la inflación, los cuales explicaron la caída del salario real, sobre todo de los ingresos de los trabajadores, y que son el principal factor que explica la suba de la pobreza", indicó Morra en una entrevista con Xinhua.

Como segundo elemento, el director de análisis macroeconómico en el centro de investigación "Suramericana Visión" apuntó al programa de ajuste fiscal del Gobierno del presidente Javier Milei, que, según afirmó, tiene un efecto directo sobre la actividad económica, pero además su orientación a la reducción del gasto público implicó un impacto negativo directo a sectores vulnerables como los jubilados y pensionados.

"El ajuste fiscal contrae la actividad, algo que hoy estamos viendo ya que hay una caída de la demanda además de una caída de los ingresos, pero también con incidencia directa en algunos sectores como es el caso de las jubilaciones y pensiones", se?aló.

El especialista explicó que por rango etario, uno de los sectores donde la suba de la pobreza fue más fuerte es el de los mayores de 65 a?os, el cual "casi se triplicó en comparación con un a?o y medio atrás", agregó el entrevistado.

El también exsecretario de Política Económica del Ministerio de Economía (2019-2022) apuntó además al aumento de tarifas de servicios públicos, entre ellos las de la energía y el transporte, que motivan que "los ingresos no alcancen el ritmo al que se está moviendo las diferentes canastas de consumo".

A juicio de Morra, entre los segmentos poblacionales más afectados por la política de reducción del gasto y el ajuste fiscal macro se encuentran los empleados públicos y los jubilados y pensionados.

"Los empleados públicos porque no tuvieron un aumento en línea con la inflación, pero el otro segmento que es muy importante son los mayores de 65 a?os donde la pobreza pasó prácticamente del 10 o 12 por ciento a casi un 30 por ciento este a?o, y que tiene que ver con el ajuste fiscal que está llevando adelante el Gobierno", comentó.

Para Morra, el aumento de la pobreza, más allá de su evidente costo social, también tendría implicancias para la estabilidad política del Gobierno de Milei.

"No hay muchas experiencias de Gobiernos que aumentando la pobreza puedan mantener la estabilidad política, y creo que esto al Gobierno tarde o temprano le va a repercutir; creo que es un tema relevante la relación entre pobreza, actividad económica y estabilidad política, es un tema muy importante para el Gobierno", remarcó.

Para el economista, el análisis del presupuesto presentado para el próximo a?o muestra que, aunque el plan es mantener el superávit primario, "la realidad es que el gasto deja de caer"; según explicó, esto sugiere que el Gobierno busca, especialmente en un a?o electoral (comicios legislativos 2025), impulsar una recuperación económica.

Sin embargo, el factor clave, en versión del economista, será lo que ocurra en el mercado cambiario, ya que "cuando el dólar salta, la inflación se acelera, afectando los ingresos y la actividad económica".

De repetirse esta dinámica, advirtió que podrían verse nuevas rondas de ajuste, y es probable que el Gobierno intente obtener financiamiento externo para evitar una devaluación, lo que sería crucial en un contexto electoral. Fin