FASES DEL ACUERDO
Cuando se evidencia una diferencia cultural tan profunda como la que existe entre China y Venezuela, es imperativo traspasar la barrera que impone el idioma para estrechar los lazos y establecer los puntos de coincidencia.
Este objetivo presenta cada día menos obstáculos, tomando en consideración que mientras el Mandarín es una lengua en proceso de expansión, el idioma espa?ol ya es referencia mundial.
Chang explicó que durante la primera fase de la implementación de los acuerdos, se prevé el envío de dos grupos de profesores venezolanos a territorio asiático.
"El primer grupo aprenderá la lengua oficial de la República Popular China y el segundo impartirá la ense?anza del castellano que se habla en Venezuela, con los modismos y connotaciones lingüísticas que no se aprenden, por ejemplo, en Espa?a", dijo Chang.
La Universidad de Carabobo recibirá dos o tres profesores chinos para la ense?anza del mandarín.
"Abriremos cursos para darle cabida no solamente a los estudiantes que así lo deseen, sino a los profesionales y técnicos de las áreas de ingeniería y negocios, que requieran aprender los términos relacionados a las disciplinas técnica y comercial", agregó.
Salvada la barrera lingüística, la segunda fase de los acuerdos prevé la capacitación del recurso humano y la mano de obra que intervendrá en los sistemas de producción industrial en Venezuela.
"Para acceder con éxito a la transferencia de la tecnología, es necesaria la instrucción universitaria", acotó Chang, agregando que no solamente se capacitará al estudiante en formación, sino que además se actualizará al profesional consagrado en el ámbito pedagógico, y en el sector científico y tecnológico.