Después de apenas cuatro horas y media, los líderes mundiales que asistieron a la cumbre del G20 en Londres decidieron dedicar cerca de un billón de dólares a apoyar el comercio y el crecimiento económico mundiales, un resultado que sorprendió a muchos analistas por su magnitud.
En ese breve lapso, China pudo demostrar su creciente importancia en la economía mundial. China dijo que aportaría 40.000 millones de dólares para una mayor capacidad de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta es sólo una peque?a parte del total, pero podría elevar los derechos de voto de China en el FMI de 3,807 por ciento a 3,997 por ciento.
La nueva participación en la votación de China aún se encuentra muy lejos de Estados Unidos, país que ocupa el primer sitio con 17 por ciento.
Pero puesto que las participaciones de votación de muchos países del FMI se ubican por debajo del uno por ciento, cualquier alza permite a un integrante una mayor voz en el manejo de la organización multilateral. Y este cambio es un peque?o paso hacia el objetivo de China de tener una mayor influencia en la manera en que el FMI y el sistema financiero mundial operan.
UN ESTATUS FINANCIERO MAS ALTO
Los economistas se?alan que la propuesta aportación de 40.000 millones de dólares de China concuerda con su actual nivel de desarrollo y significará una voz más influyente para Beijing en las instituciones financieras internacionales y en lo que respecta a dar forma al orden económico mundial.
"La promesa de China sobre fondos adicionales es una aportación a la economía mundial y muestra la influencia del país", dijo Zhao Jinping, economista del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado.
Zhao dijo que esto forma parte de la tendencia de largo plazo de los países en desarrollo como China de tener más influencia en la toma de decisiones en las instituciones financieras internacionales y dijo que el "mecanismo y la estructura obsoletos de las organizaciones financieras mundiales" no refleja la evolución de la economía mundial.
El enviado especial británico para el G20, Mark Malloch-Brown, dijo en un artículo aparecido el jueves en el Diario de Valores de China que la revisión del sistema financiero mundial debe comenzar con las instituciones financieras internacionales y que reformar el FMI significa que la voz de China será mayor.
Zhao exhortó a China a ampliar su influencia particiapando en forma activa en diálogos multilaterales o regionales y a hacer más propuestas en temas internacionales.
EL LARGO CAMINO HACIA LA REFORMA
Ya sea que se trate de un "momento crucial" como lo se?aló el presidente de Estados Unidos Barack Obama o de "un nuevo orden mundial" como lo describió el primer ministro Gordon Brown, la cumbre del G20 fue un paso improtante para dar una nueva forma al sistema financiero mundial, pero aún hay mucho camino que recorrer, se?alaron economistas chinos.
"China debe buscar ampliar aún más su cuota en el FMI y sus derechos de votación después de la cumbre. Aunque en la declaración se ofreció un calendario para la reforma, aún no es claro si el objetivo podrá ser alcanzado debido a que afectará los intereses de Estados Unidos y la Unión Europea", dijo Mei Xinyu, investigador del Ministerio de Comercio de China.
Los líderes de los 10 integrantes de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático más China, Japón y la República de Corea acordaron el mes pasado acelerar la creación de una reserva de divisas extranjeras conjunta de 120.000 millones de dólares para atender los problemas de liquidez.
Mei describió la reserva como un Fondo Monetario Asiático y dijo que podría reemplazar en parte al FMI en Asia y ayudar a elevar el uso de la moneda china en el comercio internacional.
Zhuang Jian, economista del Banco Asiático de Desarrollo, dijo que el mayor desafío ahora es cumplir con esos compromisos. China debe vigilar más de cerca la puesta en práctica del acuerdo y decidir si los objetivos de corto plazo pueden ser alcanzados. Fin