La Organización de Estados Americanos (OEA) buscó el martes en su asamblea anual acercar posiciones para permitir el regreso de Cuba al organismo hemisférico, sin tener mucho éxito.
Los 34 cancilleres de los países pertenecientes al organismo hemisférico fracasaron en su intento de redactar una resolución y tampoco dejaron claro el curso inmediato que tomará el debate en la 39 Asamblea General de la OEA que se celebra en San Pedro Sula, Honduras.
"En este momento no hay consenso y no hay tampoco un acuerdo sobre la acción que se debe seguir", confirmó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, antes de abandonar Honduras, para dirigirse a El Cairo, Egipto.
Clinton participó en la mesa de trabajo conformada por los cancilleres de Brasil, Canadá, Nicaragua, México, Honduras y Paraguay, que intentaron redactar de último minuto el texto de la resolución sobre el tema Cuba.
"Hemos participado en el debate de manera sumamente activa, pero no hay consenso", se?aló Clinton quien precisó que todavía no está claro lo que se espera para el miércoles cuando continúe el diálogo de los cancilleres tras darse por concluidas las actividades el martes a las 20:20 horas locales.
Los países latinoamericanos, buscan la derogación de la resolución adoptada por la OEA en 1962 para expulsar a Cuba, a pesar de que el gobierno de la isla caribe?a ha expresado su desinterés por regresar al organismo hemisférico.
El lunes, un día antes de comenzar la Asamblea General en la que a nivel de cancilleres se aprobará una declaración final cuyo lema central es "No violencia", ya se preveía la posibilidad de no alcanzar un acuerdo sobre el tema Cuba.
Sin embargo el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró el martes en un rueda de prensa acompa?ado de sus homólogos de Nicaragua, Daniel Ortega y Paraguayo, Fernando Lugo, que "en unas horas" se llegarían a un acuerdo los cancilleres.
Zelaya indicó que ya existía un consenso para derogar la exclusión de Cuba, pero en lo que no había consenso era sobre "la redacción de la derogatoria".
"Yo no tengo ni la menor duda, se va lograr derogar las resoluciones, fue una aberración de los sistemas políticos de aquella época, hoy no tienen razón de existir", dijo Zelaya en su encuentro con los periodistas asentados en la ciudad hondure?a.
Ahí mismo, su similar de Paraguay, Fernando Lugo, expresó que Cuba significa un reto para la región latinoamericana que debe fortalecer el principio de integración, "sin discriminación a los modelos económicos, políticos y culturales" de los países.
"Creemos que los motivos que excluyeron a Cuba no tienen razón de ser. Si esto no se consigue, debe reforzar el tema de la No Violencia y la búsqueda del diálogo", precisó el mandatario paraguayo.
"Qué mejor cosa que tener una América unida sin discriminación y objeción. El principio fundamental es que no podemos excluir", agregó Lugo.
Por su parte el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, confirmó lo que en días recientes manifestó Cuba sobre su desinterés de volver a la OEA que fue calificada por Fidel Castro como un "cadáver".
"A Cuba no le interesa la OEA", dijo Ortega quien matizó que si los países pertenecientes al organismo continental debaten el eventual retorno de la isla, es porque tienen "moralmente un compromiso para enmendar el error" de su exclusión en 1962.
El presidente centroamericano se?aló que es una vergüenza para las naciones pertenecientes a la OEA, si no se levante la resolución. "Nosotros seguimos siendo cómplices, perdemos credibilidad, perdemos soberanía", comentó.
"Somos nosotros los que estamos perdiendo, es un problema de los gobiernos de los que integramos la OEA, a apresurarnos para borrar aquella sanción", agregó.
El eventual levantamiento de la resolución de exclusión de Cuba de la OEA, ha opacado el encuentro en el que a nivel de cancilleres se aprobará una declaración final cuyo lema central es "No violencia".
El miércoles continuarán las sesiones plenarias de la Asamblea Anual, antes de finalizar con la firma de la Declaración de San Pedro Sula que contiene por el momento 32 puntos de compromiso de los gobiernos para combatir la desigualdad, la exclusión social y falta de oportunidades que contribuyen al incremento de la violencia. Fin