Cuba obtuvo un importante triunfo diplomático frente a Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA), al derogarse la resolución que la suspendía desde 1962, aunque insiste en que no regresará al mecanismo hemisférico.
La resolución que expulsó a la isla del organismo hace 47 a?os en Punta del Este, Uruguay, quedó sin efecto la víspera por aclamación de los cancilleres reunidos en la XXXIX asamblea general de la OEA, en San Pedro Sula, Honduras.
El documento fue acordado en principio por un grupo especial de 10 ministros y presentado a los delegados de los 34 países miembros por la titular del Exterior hondure?a, Patricia Rodas.
Para las autoridades cubanas, de acuerdo con un comunicado divulgado este jueves por la televisión, la decisión constituye una "rectificación histórica".
"En un día histórico --en el que también se celebra el 78 cumplea?os del presidente Raúl Castro-- y de reivindicación para los pueblos de nuestra América, la Asamblea General de la OEA derogó sin condiciones la resolución por la que se expulsó a Cuba de esa organización", se?aló el texto oficial.
Subrayó que "pese a presiones, condicionamientos y maniobras de Estados Unidos, la fuerza formidable de la América Latina que está naciendo hizo posible el desagravio, la rectificación histórica, la condena implícita al oprobioso pasado".
"Cuba no ha pedido ni quiere regresar a la OEA llena de una historia tenebrosa y entreguista, pero reconoce el valor político, el simbolismo y la rebeldía que entra?a esta decisión impulsada por los gobiernos populares de América Latina", enfatizó el comunicado.
El diario oficial "Granma" resaltó hoy en primera plana que "Fidel (Castro) y el pueblo cubano han sido absueltos por la historia", al destacar las palabras pronunciadas en la asamblea por el presidente de Honduras, Manuel Zelaya.
También el órgano del Partido Comunista de Cuba publicó las declaraciones del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, quien expresó que "dejar sin efecto la expulsión de Cuba lava una mancha que pesaba sobre el organismo".
La mayor de las Antillas fue suspendida de esa organización en 1962, luego de que la mayoría de las naciones integrantes determinó, bajo presiones de Estados Unidos, que el sistema socialista de Cuba era incompatible con los principios del grupo.
Esa medida ocurrió en medio de la Guerra Fría, en momentos en que la Casa Blanca instaba a todo los países de la región a cortar relaciones diplomáticas con La Habana por sus nexos con la Unión Soviética y China.
Desde finales de 2008, varios líderes latinoamericanos, en especial los de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, se pronunciaron a favor del retorno de Cuba al contexto del diálogo político continental.
El tema fue llevado a la V Cumbre de las Américas, celebrada a mediados de abril último en Trinidad y Tobago, pero ante las discrepancias entre Estados Unidos y las naciones latinoamericanas se acordó dejarlo para la asamblea general de Honduras.
"Hemos ganado la pelea", dijo el académico Luis Suárez, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de la ínsula.
Suárez se?aló que para explicar lo sucedido hay que tener en cuenta, además de la resistencia de Cuba, cómo en los últimos a?os la resistencia de los países latinoamericanos y caribe?os ha ido modificando el panorama político del continente.
Tras precisar que "la OEA no ha cambiado su carácter a pesar de esta resolución", el especialista auguró que la principal batalla futura será por formar la Organización de Estados Latinoamericanos y Caribe?os, cada vez más reclamada por la región.
Otros expertos cubanos consideran que los debates del tema de Cuba en la OEA demostraron que no hay intereses hemisféricos comunes y que hace falta una organización propiamente latinoamericana y caribe?a.
En general, todos coinciden en que se trata de un reconocimiento a la "dignidad y firmeza" de Cuba durante medio siglo de Revolución socialista.
Como gran perdedor de esta batalla dan a Estados Unidos, que no pudo imponer las condiciones con que intentó empantanar la aprobación de la resolución que reivindica a Cuba en el organismo continental.
Durante las negociaciones, la representación estadounidense proponía mencionar la necesidad de que La Habana asumiese los conceptos y compromisos de democracia y defensa de los derechos humanos adoptados por los demás países miembros de la organización.
El documento recién aprobado plantea "que la participación de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado por el Gobierno de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA".
Las autoridades cubanas, sin embargo, han reiterado que no desean retornar a la OEA, un mecanismo que --subrayan-- "debe desaparecer".
El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, considera que la OEA es un "odioso instrumento" de la política hegemónica de Washington que "recoge toda la basura de 60 a?os de traición a los pueblos de América Latina".
Cuba insistió en que no se trataba de analizar si Cuba debe o no ingresar a la OEA, sino de reparar una "injusticia histórica".
Con la puerta abierta a un posible reingreso de la isla a la OEA, hay quienes --como el presidente nicaragüense Daniel Ortega-- afirman que el próximo paso debe ser la eliminación del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace medio siglo. Fin