BEIJING, 4 mayo (hey-genius.com/Agencias) – Los representantes de varios países participantes en la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear han abandonado en pleno la sala tras escuchar las incendiarias declaraciones del presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad. Junto con los de EEUU, también los enviados de Francia, Gran Breta?a, Canadá, Alemania, Finlandia y Marruecos se ausentaron ayer de la Conferencia en se?al de protesta.
Ahmadineyad, que dejó bien claro que su país no detendrá la investigación en materia nuclear ni aceptará el control de la ONU, ha arremetido contra los países que poseen este tipo de armamento y ha pedido la suspensión de Estados Unidos del Organismo Internacional de Energía Atómica por las bombas lanzadas en los a?os 40 sobre Japón, así como la de aquellos miembros del consejo de la OIEA cuyos países utilizan o amenazan con utilizar armas nucleares".
Hillary Clinton, que había preferido desde el principio no asistir al discurso de Ahmadineyad, ha calificado las acusaciones del presidente iraní como de “falsas y delirantes”, a?adiendo que ponen en peligro el futuro del tratado. Mientras, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha dicho por su parte que Irán perdió ayer con este discurso la oportunidad “de hacer frente a sus obligaciones con la comunidad internacional".
La decepción del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha quedado también patente tras el discurso del presidente iraní. Ban, que se había reunido con Ahmadineyad al margen de la Conferencia a petición de éste último, le había instado minutos antes de su discurso a que “disipara las dudas sobre su programa nuclear” y “actuara de forma constructiva”, sin obtener ningún resultado.
Una vez rota toda posibilidad de diálogo tras comprobar que Ahmadineyad fue a Nueva York sin más propuestas ni explicaciones que la de defender una vez más su derecho a desarrollar un programa nuclear propio e instar a Estados Unidos a deshacerse por completo de su arsenal nuclear, no parece quedar ya más salida al conflicto que la de las sanciones.