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Olvídense de las animadoras con poca ropa. Las inmaculadas edecanes que entregan las medallas han ganado el voto de los espectadores por su encanto.
Vistiendo trajes de seda china y con el cabello perfectamentes acomodado, las edecanes lucen hermosas, elegantes y sus ojos son tres décimas partes el largo de sus caras.
“Son tan bellas y precisas. Sonríen sin parar,” dijo Debra Sinex, una turista de Atlanta, Georgia, que ha venido a Beijing para la Olimpiada.
En cada ceremonia de entrega de medallas hay seis o más edecanes.
Dos, vistiendo trajes largos tipo “cheongsam” se para al lado del podio mientras que tres o más, usando trajes hasta las rodillas, cargan una especie de plato que contiene las medallas y ramos de nueve rosas rojas. El color rojo es de la suerte y el número 9 significa “eternidad”, de esta manera le desean al atleta suerte infinita.
Pero aunque su papel parece simple, cabe se?alar que las edecanes han sido meticulosamente escogidas y entrenadas.
La candidata a edecán tiene que ser graduada de la universidad, de entre 18 y 24 a?os, con altura de entre 1,68 y 1,78 mts, con un cutis “terso y brillante”, “piel elástica” y un cuerpo “ni gordo ni delgado”.
Sus caras tuvieron que cumplir con los estándares de proporción entre la “anchura de la naríz y el largo de la cara” y la “anchura de la boca y la distancia entre las pupilas”, con los ojos del tama?o de tres décimas partes el tama?o de la cara.
De entre casi 5 mil solicitudes, 297 candidatas fueron escogidas entre Beijing y Shanghai para ser voluntarias en las ceremonias de entrega de medallas.
Cinco series de vestidos fueron dise?ados para que las edecanes los vistan en las 302 ceremonias de entrega de medallas olímpicas y en las 471 paraolímpicas. Cada uno de los vestidos fue dise?ado para una serie de deportes y todos destacan elementos tradicionales de la cultura china, tales como la porcelana blanquiazul, bordado y jade.
Las edecanes fueron entrenadas en un campamento especial, aprendiendo a estar de pie en tacones altos por varias horas. También, parándose frente al espejo y poniendo un palillo entre sus dientes, aprendieron a mantener la sonrisa perfecta que muestra 8 dientes.
“En las sesiones de parado, tenemos que estar de pie y sonreír por media hora o más. También corremos alrededor de mil metros diarios para estar en perfecta condición física,” comentó a reporteros, Ma Sha, una de las edecanes, tiempo antes de la Olímpiada.
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