El maquillaje para el dan, o papel femenino, en la ópera de Pekín dota a las actrices de un rostro ovalado, con barbilla puntiaguda, cejas arqueadas, ojos almendrados y boca rosada, en lo que constituye ideal de la belleza femenina en China. Ya sea redonda por naturaleza o angulosa, la cara de la actriz puede convertirse en un óvalo casi perfecto con la ayuda de un aplique postizo (bianzi), que se le pega a la frente y las sienes. A estos afeites se agregan el colorete y polvo blanco en la cara, la pintura de labios y pintura negra para los ojos. Entre los papeles de civiles y los militares hay diferencias sutiles: las cejas de las mujeres generales y soldados van inclinadas hacia arriba, custodiando ojos exageradamente grandes, acentuando la marcialidad de sus poses.
En cuanto a los trajes de la ópera de Pekín, éstos se confeccionan siguiendo los patrones de vestuario de la dinastía Ming (1368-1644), y se destacan por su colorido y estilo. Ejemplo de ello son las Shuixiu (mangas de agua) ?largos trozos de seda blanca que ven atados a los pu?os de un traje?, que sirven para aumentar la elegancia en las evoluciones danzarias. Todos los trajes son finamente manufacturados con el objetivo de mantener el encanto estético, mientras que las diferencias entre las posiciones sociales se determinan con la diversidad en el resplandor de los trajes, sobre todo los tocados y los ornamentos para el cabello. Incluso el papel de una mendiga requiere de múltiples adornos para el cabello; una hija de familia rica, muchos más.