Debbie Wingham, la joven dise?adora británica, no, desde luego. En una de sus últimas creaciones, presentadas en la semana de la moda de Ucrania, la modista ha sucumbido al encanto de los 'mejores amigos de la mujer' empleando hasta 50 diamantes negros de 2 quilates cada uno en el corpi?o, filigranas en oro y algunos diamantes blancos para rematar la hilera central. El resultado es un majestuoso vestido joya valorado en más de 5 millones y medio de dólares (4,5 millones de euros) y 13 kilos de peso.
La pieza, además de acumular titulares por su extravagancia, se ha ganado el título de vestido más caro del mundo según World Record Academy aunque para su creadora, se trata de "una oda a la mujer bella que ama la vida". Y la ostentación, podríamos a?adir, porque el dise?o en cuestión, además de no resultar demasiado funcional debido a su consistencia tampoco resulta cómodo a la vista de quienes prefieren una exhibición moderada del lujo.