La tumba de un funcionario de la dinastía Wei del Norte (386-534) quedó al descubierto en la provincia de Shanxi, norte de China.

El hallazgo tuvo lugar en la ciudad de Yuncheng luego del colapso del suelo en una granja. Según el epitafio, el propietario era Xue Huaiji, cishi o inspector regional.

En su interior se encontraron más de 300 piezas, principalmente figuras en cerámica, objetos con forma de animales y de bronce.

Song Chunxia, arqueólogo en Shanghai, declaró que las mismas revelan el estatus de "noble" de su ocupante.

"Las estatuillas también son un símbolo del arte de la dinastía Wei del Norte. Reflejan los gustos culturales y las tradiciones de los pueblos antiguos pese a que ellas eran usadas básicamente en ritos funerarios”, explicó.

La sepultura yace en el pueblo de Xisiya a lo largo de la orilla oriental del río Amarillo lo que significa que perteneció al distrito "antiguo río del este”.

Hasta ahora es "una de las tumbas Wei del Norte más grandes con objetos de mayor rango y más ricos hallados en el distrito", dijo Ma Sheng, arqueólogo principal del proyecto.

Junto con las figuras de cerámica, también se descubrió un fragmento del epitafio de Xue Huaiji grabado en un pedazo de piedra.

Con un total de 662 caracteres, este documenta que el hombre murió a los 53 a?os, dos a?os después de regresar a su ciudad natal.

él y su esposa descansan en el ataúd con cubiertas para la cabeza y los pies y dos fachadas decoradas con criaturas míticas y dioses.

"El epitafio y los grabados en el ataúd de piedra brindan material valioso para el estudio de la historia del arte antiguo", apuntó Ma.