Cristiano Ronaldo habla en una rueda de prensa celebrada el 23 de enero en Shenzhen, provincia de Guangdong, en el sur de China. Foto: Lu Wenao/GT.

La esperada visita de Cristiano Ronaldo para disputar dos partidos amistosos en China llegó a un abrupto final antes de que se jugara un solo partido, ya que el astro portugués se vio obligado a retirarse debido a una lesión muscular. El plan original de jugar dos amistosos, uno el miércoles contra el Shanghai Shenhua y el otro contra el Zhejiang FC el domingo, se ha tenido que posponer de manera indefinida.

La dirección del equipo de Ronaldo, el Al Nassr, declaró en la conferencia de prensa del martes que estaba dispuesto a continuar entrenando en Shenzhen hasta el 28 de enero antes de regresar a Arabia Saudita.

Ronaldo, junto con todo el equipo de Al Nassr, permaneció en Shenzhen el jueves. Los medios saudíes informaron ese mismo día que el equipo regresaría a Arabia Saudita este viernes 26 de enero. El jueves todavía había aficionados chinos reunidos alrededor del Mandarin Oriental Hotel en Shenzhen, donde se alojaba el equipo.

El martes, una conferencia de prensa que inicialmente estaba programada para principios de la tarde se retrasó repetidamente hasta las 8:30 p. m. Las negociaciones entre los organizadores y el equipo continuaron durante toda la tarde, lo que generó especulaciones y frustración entre los aficionados y los medios de comunicación. El lugar, el Hotel Mandarin Oriental de Shenzhen, fue testigo de una reunión de aficionados que esperaban ansiosamente cualquier noticia sobre los partidos.

La demora en la conferencia de prensa desató discusiones entre los periodistas, y el comité organizador incluso dispuso que se proporcionara comida para los medios de comunicación que esperaban alrededor de las 7:20 p. m. Sin embargo, los medios de comunicación en el piso 77 del hotel estaban menos interesados en los aspectos prácticos y la pintoresca vista nocturna del exterior, y se preguntaban por qué no se había comunicado un anuncio antes.

Los organizadores finalmente explicaron en la conferencia de prensa que la razón principal del aplazamiento era el estado no apto de Ronaldo para jugar. Ronaldo también se disculpó y dijo que China era su "segundo hogar", antes de enfatizar que el aplazamiento no era una cancelación. Instó a todos a no ser pesimistas sobre el futuro de los partidos, pero se negó a responder las  preguntas de los medios de comunicación.

A pesar de la disculpa personal de Ronaldo y la oferta de los organizadores de proporcionar reembolsos incondicionales de entradas y compensación por los gastos incurridos, algunos fanáticos fuera del hotel se negaron a irse. Otros incluso trataron de echar un vistazo a su ídolo intentando correr hacia el lugar donde se encontraba el equipo. A pesar de la repentina caída de las temperaturas en Shenzhen ese día, las emociones de los fanáticos decepcionados estaban a flor de piel. Como resultado, el hotel tuvo que cerrar sus puertas y detener temporalmente el funcionamiento de los ascensores para evitar que más fanáticos llegaran al piso donde se hallaba el equipo.

Según los organizadores, Al Nassr les informó el lunes por la noche que Ronaldo no podría jugar el primer partido y que su participación en el segundo partido dependía de su recuperación. Dado que Ronaldo era la principal atracción de los partidos y que los precios de las entradas eran altos, hasta 4580 yuanes, los aficionados estaban comprensiblemente insatisfechos con la perspectiva de ver a Ronaldo en el banquillo en todo momento. Desde el punto de vista de los organizadores, pagar una elevada cuota al Al Nassr sin que Ronaldo jugara no era una opción viable.

El subdirector de la empresa organizadora de la gira declaró que inicialmente se les había informado que Ronaldo jugaría en ambos partidos. Esto llevó a una afluencia de fanáticos a llegar  anticipadamente a Shenzhen con ganas de presenciar la magia de Ronaldo en el campo. Pero los medios saudíes informaron que Ronaldo se había lesionado a principios de este mes y que previsiblemente no iba a poder jugar durante semanas, por lo que una comunicación más efectiva entre los organizadores y el Al Nassr podría haber evitado esta situación caótica.

El giro inesperado de los acontecimientos alrededor de la visita de Ronaldo y el Al Nassr a China ha dejado a los fanáticos decepcionados y a los organizadores luchando por gestionar las consecuencias. A pesar de las disculpas y las ofertas de compensación, el incidente plantea dudas sobre la transparencia de la comunicación entre los equipos, los organizadores y los aficionados. La esperanza ahora es que los eventos futuros tomen buena nota de este episodio para garantizar una experiencia más fluida y agradable tanto para los fanáticos como para las partes interesadas.