Científicos chinos han descubierto un nuevo gen, el OSER1, que regula la esperanza de vida. Este avance ofrece una nueva base científica para el estudio de la prolongación de la vida humana.

El equipo analizó el mecanismo de acción en varias especies, como gusanos de seda, nematodos y moscas de la fruta. Como diana del gen de la longevidad FOXO, su impacto es respaldado por los resultados de investigaciones en seres humanos.

Los responsables del hallazgo son el equipo de Dai Fangyin, del Laboratorio Nacional Clave de Utilización Eficiente de Recursos de Insectos de la Universidad del Sudoeste, y expertos extranjeros. Los detalles han sido publicados en la revista académica internacional “Nature Communications”.

El FOXO es uno de los pocos genes de la longevidad humana confirmados. Afecta la esperanza de vida regulando vías relacionadas con el envejecimiento, pero se desconocen en gran medida los mediadores de estos efectos.

El equipo realizó experimentos de interferencia en 42 mediadores potenciales del gen FOXO en gusanos de seda, similares a los genes de los nematodos. Descubrieron que con una baja regulación de la expresión de 7 genes, se acortaba significativamente la vida de los nematodos, mientras que en 3 ampliaba su vida. El OSER1 fue el que más repercutió en este aspecto.

“El OSER1 está presente en los genomas de varias especies, como nematodos, gusanos de seda, moscas de la fruta, peces cebra, ranas africanas, ratones, monos rhesus y humanos”, explicó Song Jiangbo, del Laboratorio previamente mencionado y coautor del artículo.

El estudio reveló que el aumento de la expresión del OSER1 en gusanos de seda, nematodos y moscas de la fruta conducía a un aumento grande de la esperanza de vida. Este descubrimiento podría tener implicaciones en la comprensión del proceso de envejecimiento y en el posible desarrollo de intervenciones para alargar la vida en otras especies, incluida la humana.

Según Song, las investigaciones en seres humanos han confirmado que el OSER1 cumple un rol en la esperanza de vida humana. Las personas de más de 90 a?os presentaban 49 variaciones comunes de un solo nucleótido en el gen OSER1, y 7 de ellas mostraban una relación con la longevidad en comparación con un grupo de control más joven.