hey-genius.com | 04. 09. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
Fotos revelan la guerra bacteriológica japonesa en China
El descendiente de un miembro de la Unidad Ei 1644 de las tropas japonesas ha publicado una colección de fotografías sobre la invasión de China, destapando secretos de este tristemente célebre destacamento, que llevó a cabo una guerra bacteriológica con experimentos en la población china, informó el martes la Televisión Central de China (CCTV).
La división se estableció en abril de 1939 en Nanjing, al este del país, después de la toma de la ciudad. Se llamaba el Departamento de Prevención de Epidemias y Purificación del Agua de China Central, pero en realidad era un centro de investigación bacteriológica y de gases, dedicado principalmente al estudio y la prueba de bacterias mortales, a la producción masiva de agentes de guerra bacteriológica y a su consecución en China oriental.
Katsutoshi Takegami, de 76 a?os, descubrió varios álbumes entre las posesiones de su difunto padre mientras clasificaba viejas pertenencias hace a?os. Las imágenes documentaban las actividades de la unidad en el este de China, reportó la cadena. Sin embargo, su padre habló poco o nada sobre dicha experiencia mientras estaba con vida.
Takegami supo que estuvo en el país tres veces como médico (u oficial de higiene) desde 1937 y en 1941 fue trasladado a la Unidad Ei 1644. Sin embargo, mientras que hay pruebas de su paso por divisiones militares en los archivos del Gobierno, hay poca información oficial disponible sobre su misión en China oriental.
Existe una lista de soldados que sirvieron en la Ei 1644, pero no se ha hecho pública, según Takegami. él solo pudo acceder a la sección relativa a su padre. Aunque existe la nómina completa, Tokio alegó motivos de privacidad y solo proporcionó datos sobre su padre, ocultando los detalles que ansiaba descubrir.
Takegami dijo que la gente la describía como “l(fā)a última unidad secreta”.
Incapaz de recuperar la lista y los documentos, empezó a buscar algunos informes históricos. En uno de los testimonios de antiguos miembros de la referida división, dados a conocer en 1995, había uno que alegaba la realización de experimentos de guerra bacteriológica en Zhejiang, Jiangsu y otros lugares del este de China.
Takegami se puso entonces en contacto con Keiko Suenaga, profesora asociada de la Universidad Médica de Fukushima e investigadora de la historia de la guerra bacteriológica durante la invasión a China.
Suenaga dijo que la Unidad Ei 1644 debió quemar los archivos cuando abandonó el lugar para no dejar huellas, por lo que no hay registros disponibles. Esto es similar a lo que ocurrió con la Unidad 731, la cual, según se sabe, cavaba una fosa, tiraba los documentos que vertía con aceite y los quemaba.
La Unidad 731 era un centro secreto de estudios sobre guerra biológica y química establecido en Harbin, en la provincia de Heilongjiang, al noreste del país y fue el cerebro de la guerra biológica japonesa en China y el sudeste asiático durante la Segunda Guerra Mundial.
El ejército japonés utilizó el ántrax y la peste que botaba desde aviones. Cubrieron frutas con gérmenes del cólera y la gente, sin saberlo, las comía y se infectaba. Tales actos fueron reales, dijo Suenaga.
La académica espera que Takegami pueda recopilar y publicar estos datos fehacientes de la guerra bacteriológica llevada a cabo por el ejército japonés.
Takegami cree que sería valioso poder dar con la verdad a través de la investigación del caso de su padre, por ello continuará haciendo todo lo posible para encontrar maneras de conseguirlo y visitar a personas involucradas con el fin de averiguar la verdad sobre la Unidad Ei 1644.
En agosto, Hideo Shimizu, exmiembro de la División 731 identificó los crímenes del ejército japonés en el lugar donde sirvió hace 79 a?os en China.