hey-genius.com | 06. 09. 2024 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
En Japón hay agencias que renuncian por los trabajadores: “?Estoy harto!”
En Japón, un país conocido por su estricta cultura laboral y largas jornadas de trabajo, ha surgido un fenómeno empresarial inesperado: agencias especializadas en gestionar renuncias laborales en nombre de los empleados.
Una de estas agencias, llamada Momuri, cuyo nombre se traduce como “?Estoy harto!” o “?Ya no puedo más!”, se ha vuelto particularmente popular desde su lanzamiento en 2022 en Tokio.
Agotamiento extremo en Japón
Japón es conocido por su cultura laboral rigurosa. Aunque no es el país con más horas trabajadas al a?o según la OCDE, es común que los empleados trabajen horas extra de manera regular. En 2015, la Asociación de Formación para la Productividad en el Extranjero de Japón (AOTS) informó que cerca del 20 por ciento de los trabajadores de entre 30 y 40 a?os trabajaban entre 49 y 59 horas a la semana, mientras que un 15 por ciento superaba las 60 horas.
El problema de las jornadas laborales excesivas es tan grave en Japón que incluso existe un término para referirse a la muerte por exceso de trabajo: karoshi. Este fenómeno, reconocido oficialmente desde finales de los a?os 80, es una preocupación de salud pública.
En 2015, el Ministerio de Trabajo de Japón contabilizó 2 mil 310 víctimas de karoshi, y aunque ha habido una leve disminución en los suicidios relacionados con problemas laborales, los números aún rondan entre 2 mil y 3 mil por a?o.
El difícil proceso de renunciar en Japón
Renunciar a un trabajo en Japón no es un proceso sencillo. En una cultura que valora la lealtad y la paciencia, presentar una carta de renuncia puede ser un reto emocional y psicológico. Durante mucho tiempo, era común que los trabajadores japoneses permanecieran en la misma empresa durante toda su carrera.
Aunque esa tendencia ha cambiado en los últimos a?os, la antigüedad media en un puesto de trabajo en Japón sigue siendo considerablemente alta, con un promedio de 12.3 a?os en 2021 y 21.2 a?os en sectores como el de la electricidad. Estos datos superan con creces los promedios de países como Estados Unidos.
Yuki Watanabe, un joven japonés de 24 a?os, relató su experiencia a CNN: después de trabajar largas horas y enfermarse físicamente, decidió que debía dejar su trabajo. Sin embargo, temía que su jefe rechazara su renuncia, obligándolo a continuar en el puesto.
Este tipo de situaciones no son raras en Japón, donde algunos trabajadores han llegado a ver cómo sus jefes destruían sus cartas de renuncia.
En algunos casos, los empleados se han arrodillado en el suelo, haciendo reverencias, sin que se les permita dejar su puesto.
“Momuri” y el auge de las agencias de renuncias
Ante la dificultad de renunciar, muchos trabajadores han recurrido a agencias especializadas como Momuri para que gestionen su dimisión en su nombre. Momuri, una filial de la empresa Albatross Co, cobra alrededor de 22 mil yenes (unos mil 700 pesos mexicanos) por ayudar a los empleados a notificar su renuncia, negociar su salida y brindar asesoramiento en caso de complicaciones. Para los trabajadores a tiempo parcial, la tarifa es de 12 mil yenes.
Momuri es la agencia más mediática, pero no es la única en el mercado. Se estima que existen más de un centenar de agencias en Japón que ofrecen servicios similares, con tarifas que varían entre 20 mil y 50 mil yenes. Nombres como Yametara Iinen ("Está bien renunciar"), Yamerun desu ("Renunciemos") y Saraba ("Adiós") se han vuelto comunes en el sector.
Según Shiori Kawamata, directivo de Momuri, la agencia recibió más de 11 mil consultas solo en el último a?o. Para aquellos que utilizan el servicio más de una vez, la empresa incluso ofrece un descuento del 50 por ciento.
Los clientes de Momuri varían desde jóvenes en sus primeros trabajos hasta profesionales de más de 40 a?os. La agencia también ha identificado un patrón estacional en sus solicitudes, con un aumento significativo en mayo, coincidiendo con la vuelta al trabajo después de las vacaciones de la ōgon Shūkan (Semana Dorada) y la llamada "enfermedad de mayo" o gogatsubyō, un tipo de depresión posvacacional.
El éxito de estas agencias refleja un cambio generacional en la actitud de los trabajadores japoneses hacia el empleo.
Según Hiroshi Ono, profesor de la Universidad Hitotsubashi, los jóvenes japoneses ya no dudan en renunciar si no están satisfechos con sus trabajos. Este cambio de mentalidad se ve favorecido por la crisis demográfica de Japón, que ha generado escasez de mano de obra, lo que otorga a los empleados más poder de negociación.
Fuente: Excelsior