El domingo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China y el Ministerio de Comercio publicaron las Medidas Administrativas Especiales para el Acceso de la Inversión Extranjera 2024. El número de elementos de la tabla, o sectores cerrados a la misma, se ha reducido de 31 a 29, y se han eliminado las restricciones en el rubro manufacturero. Esto significa que, en adelante, el capital foráneo en dicho campo no enfrentará trabas distintas a las aplicables a sus pares locales. Además, el Ministerio de Comercio, junto con la Comisión Nacional de Salud y la Administración Nacional de Productos Médicos, publicó recientemente una circular sobre ampliación de programas piloto de apertura en el ramo sanitario. Algunos medios catalogaron las medidas como “dos grandes avances en un día”.

La mayor facilitación al ingreso de inversión extranjera demuestra el compromiso inquebrantable de China con él y su liberalización, así como su responsabilidad en el avance de la apertura y la cooperación mundiales. A decir verdad, el actual entorno de inversión internacional dista de ser ideal. La versión china del Informe sobre las Inversiones en el Mundo, publicado recientemente, muestra que la inversión extranjera directa (IED) bajó un 2 % en 2023. Si se excluyen los centros de tránsito, la IED en el mundo disminuyó más de un 10 % por segundo a?o consecutivo. Mientras que la liberalización y el fácil acceso del capital extranjero expanden el pastel económico, algunos países importantes que deberían liderar este esfuerzo se quedan rezagados. Sus titulares se centran con frecuencia en la adopción de obstáculos. Como segunda economía del mundo, China se sitúa del lado de la apertura, abriendo aún más sus puertas. Esto no solo ofrece un apoyo sustancial a la globalización económica, sino que también sirve de impulso a la confianza mundial.

La atracción de inversiones es un rasgo distintivo de la apertura china. En las primeras fases del periodo de reforma y apertura, la inversión extranjera se vio atraída principalmente por ventajas de bajo coste en la tierra, la mano de obra y la energía. Sin embargo, ahora el optimismo se enfoca en su enorme mercado, mano de obra calificada y su cadena industrial completa, desarrollados a lo largo de décadas de crecimiento, así como en un entorno empresarial de calidad gracias a la apertura institucional de alto nivel. Estas ventajas son más sostenibles y fiables.

Desde que China publicó su primera lista negativa en 2013, la nómina ha sido objeto de varias revisiones y recortes en más de 10 a?os. La tarea no es simplemente una cuestión de tachar elementos; cada uno de ellos alude a un sector más abierto. Aunque estos pueden encarar una competencia más feroz, también presentan oportunidades. China sigue haciendo “sustracciones” en el acceso de la inversión extranjera y “adiciones” al entorno empresarial. Los inversionistas del exterior pueden compartir los dividendos de una China abierta, y las compa?ías chinas que puedan resistir el embate saldrán reforzadas. La confianza en la apertura ha devenido un consenso en el país. Independientemente de los cambios en el entorno exterior, el compromiso de China con esta lógica sigue firme.

Desde el incentivo de la integración del comercio interior y exterior, pasando por la optimización del entorno de negocios en los puertos, hasta la profundización de la apertura en los servicios y el avance de alta calidad en la cooperación de la Franja y la Ruta, los pasos de China han sido audaces y han mantenido la estabilidad. Además, su capacidad de gestión y coordinación han mejorado, lo que, a su vez, propicia la expansión de una apertura de alto nivel y crea un círculo virtuoso de “apertura que fomenta una mayor apertura”. Actualmente, la inversión extranjera en China abarca 20 categorías industriales y 115 sectores industriales principales. De 2017 a 2023, el uso real de capital extranjero creció un 25 %, y la proporción de inversión del exterior en la fabricación de alta tecnología subió al 37,4 %. Este crecimiento no solo es rápido en cantidad, sino también efectivo en calidad.

En la actualidad, se presta gran atención, a nivel nacional e internacional, a la nueva normativa sobre el establecimiento de hospitales de propiedad foránea y la entrada de capital extranjero en el rubro manufacturero. China ha alcanzado, o está a punto de hacerlo, un nivel avanzado de apertura en estas dos áreas, ganando la iniciativa. Esto no solo marca un paso adelante en el compromiso con una mayor apertura, sino también transmite su determinación de formar parte de la división global del trabajo en ambos ámbitos. En la era actual de globalización económica, el desarrollo de otros no equivale a una pérdida; la verdad es que se debe trabajar al unísono para agrandar la torta. El pensamiento distorsionado de que ser abierto es poco prometedor mientras que lo contrario es mejor solo existe en las fantasías de ciertas opiniones occidentales; mas no en la realidad.