Una figura polémica en Perú, el expresidente de la República, Alberto Fujimori murió el miércoles a los 86 a?os en su vivienda familiar, en el sureste de la capital Lima, aquejado por un cáncer de lengua.

Tras casi 25 a?os fuera del poder desde el exilio, el líder de origen japonés sumó seguidores y opositores.

"?Es el mejor presidente que haya tenido el Perú!", decía en un cartel de una enfermera de 56 a?os."Les pido que siempre difundan que Alberto Fujimori combatió al terrorismo y nunca se lo perdonaron", declaró. "Fue un autoritario", se?aló otra residente de 61 a?os, sin detenerse frente a la residencia del exgobernante.

El velatorio de Fujimori tendrá lugar en la sede del ministerio de Cultura, antes el Museo de la Nación. El Gobierno decretó tres días de duelo, de jueves a sábado, día del sepelio, y anunció pompas fúnebres de Estado.

Hasta su último respiro, y pese a su mal estado de salud, Fujimori estuvo muy presente en la arena política, incluso en julio su hija Keiko dio a entender una posible postulación a los comicios presidenciales de 2026, tras salir en libertad en diciembre gracias a un indulto humanitario cuando cumplía una pena de 25 a?os por delitos de lesa humanidad.

Pasó 16 a?os en la cárcel por secuestro, desaparición forzada y homicidio, entre otras violaciones de derechos humanos cometidas por agentes del Estado en la lucha contra grupos de ultraizquierda. La "guerra contra el terrorismo" —nombre oficial— dejó un saldo de más de 69 000 muertos y 21 000 desaparecidos entre 1980 y 2000, gran parte de ellos civiles, según la Comisión de la Verdad.

Fujimori fue hallado responsable por los casos Barrios Altos y La Cantuta, donde 25 personas fueron ejecutadas a sangre fría por un escuadrón militar en 1991. Tengo "sensación de dolor" porque "muere un exdictador condenado por graves violaciones a los derechos humanos y corrupción, que estaba gozando de alguna manera de un indulto indebido o negociado políticamente", resaltó la hermana de una de las víctimas de la Universidad La Cantuta.

Fuera de ello, su paso gubernamental dejó la disolución del Congreso en 1992 y una reforma constitucional a su medida que le posibilitó perpetuarse en el poder en 1995 y 2000.

En su segundo término, tuvo lugar la toma de la embajada japonesa en Lima por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. El entonces mandatario ordenó una operación tras 122 días de secuestro donde cayeron 14 asaltantes, un rehén y dos militares. El jefe del gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, apuntó el jueves que su país "nunca olvidará los esfuerzos del expresidente Fujimori" en el rescate.

En noviembre de 2000, tras las crecientes imputaciones por corrupción y violaciones de derechos humanos, Fujimori escapó al país nipón donde estuvo 5 a?os, para luego viajar a Chile y volver extraditado al Perú en 2007.