Recientemente algunos miembros del Cuerpo en Defensa de Gamuzas de Tíbet fueron sentenciados por traficar ilegalmente pieles de animales salvajes; al poco tiempo el grupo se desintegraría. Sin embargo, este acontecimiento no ha desanimado a la mayoría de los protectores de animales silvestres. Expertos en protección ambiental han hecho énfasis en que el punto esencial para proteger especies exóticas y raras consiste en cambiar la actitud de los consumidores y no depende de las actividades de cierta organización”.
La responsable de la parte china de la Fundación Internacional de la Protección de Animales Salvajes (IFAW), Sra. Greese Caberry afirmó: “Los antílopes se encuentran en peligro de extinción. Si los consumidores se concientizan y prestan atención a este problema, tendremos la posibilidad de descubrir su origen”.
Según un informe presentado por la IFAW y la Organización de la Protección de Animales Salvajes de India, en la actualidad es muy común encontrar que el precio de la piel de la gamuza supere el del oro, por ejemplo el precio de un chal fino y suave hecho de esta piel y tejido a mano puede costar hasta 17.600 dólares.
El gobierno chino estima que cada a?o aproximadamente 20.000 gamuzas son cazadas y sacrificadas ilegalmente. Basándose en esta cifra, la IFAW prevé que esta especie podría desaparecer completamente de la faz de la tierra dentro de cinco a?os.
Seducidos por las ganancias exorbitantes del tráfico de piel de gamuza, los cazadores pobres del oeste de China han variado el motivo de la caza: al principio como sustento y ahora con fines lucrativos. La Sra. Caberry expresó: “desde los primeros a?os de la década 90, el trabajo cotidiano del Comité Administrativo del Oeste del Distrito Zhiduo—la actual zona protegida de Hoh Xil—no consiste en proteger sino en explotar recursos silvestres, permitiendo la extracción de oro y otros minerales y también la pesca de camarones”. En 1997 la región deshabitada de Hoh Xil, que cubre una superficie de 45.000 kilómetros, quedó delimitada como área bajo protección. El Comité Administrativo del Oeste del Distrito Zhiduo ha confiado al “Equipo del Yac salvaje”, formado por 40 personas, la dirección de guardar y prevenir las actividades de caza furtiva.
Sin embargo, en 1998 descubrieron que algunos miembros de este cuerpo dejaron en libertad y sin autorización a unos cuantos cazadores furtivos, intervinieron en el tráfico de 94 piezas de piel de gamuza, y compensaron con este dinero mal adquirido el sueldo de casi dos a?os que todavía no habían recibido. Hasta julio de 1998 cuatro miembros del cuerpo han sido condenados; el tiempo de prisión más largo es dos a?os. Ello causó la desintegración automática de este grupo.
En un reportaje publicado al respecto en el periódico Juventud de Beijing, un donador expresó: “Las personas del Equipo del Yac Salvaje persiguen a los cazadores al borde de la altiplanicie a 4.000 metros de altura sobre el nivel de mar, corriendo sobre la tierra glacial y nevada, alimentándose solamente de carne cruda y bebiendo agua de nieve manchada. Que ellos hayan vendido algunas pieles para poder subsistir, pienso, es un hecho que no podemos reprochar en exceso”.
La Sra. Caberry declaró: “nunca depositamos una esperanza total en ningún grupo de protección”. Desde 1998 hasta ahora la IFAW ha donado en total 200.000 dólares a las tres reservas naturales en donde habitan los antílopes—Hoh Xil situado en Qinghai, Qiangtang en Tíbet y la Monta?a Altun de Xinjiang.
Al mismo tiempo, la IFAW se preocupa de que con el descenso del número de gamuzas capturadas por los cazadores, éstos encuentren otras vías para lograr ganancias destruyendo los recursos naturales. Por ejemplo, debido a que sus genitales están siendo utilizados como materia prima para elaborar medicinas para combatir la impotencia, el número de cierto tipo de asno salvaje que vive en Hoh Xil y otras reservas naturales está subiendo.
Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de organismos internacionales como la IFAW, de los gobiernos locales y de los estudiantes preocupados por la vida salvaje, es muy probable que la amenaza de extinción de los antílopes tiendan a reducirse.
“Este a?o en Qinghai sólo hemos incautado un lote de pieles de gamuza y todas fueron decomisadas. En la actualidad miles de gamuzas de Xinjiang y Tíbet van a parir”, explica la Sra. Caberry, “además descubrimos que el precio de la piel de la gamuza está descendiendo a grandes márgenes”.
La IFAW y la Organización Protectora de Animales Salvajes de India continúan hasta el momento preocupadas por la tendencia de moda de los artículos de pieles de carnero en el mercado de Londres y de India. Están queriendo demostrar a los productores y consumidores que existe una mejor opción, un nuevo tipo de piel a bajo precio.
“Este tipo de piel proviene de una cabra domesticada cuya piel puede esquilarse de su cuerpo fácilmente sin ningún dolor y también sirve para elaborar artículos muy bellos como chales. Sin embargo la mayoría son fabricados con máquinas grandes, no son tejidos a mano como los productos de piel de gamuza, por eso la gente considera que aquéllos no son lo suficientemente exquisitos”, es la explicación de la Sra. Caberry. “Ahora estamos convenciendo a los tejedores de Cachemir de que elaboren chales con la piel de esta cabra imitando la manera de tejer los productos de piel de gamuza. Creemos que también se pueden producir artículos elaborados a mano e igualmente buenos”.
(CIIC)