Los valerosos hombres del famoso
cuerpo contra la caza furtiva de antílopes de Hoh Xil han visitado
Shanghai para difundir el programa de protección del medio
ambiente, llevando consigo unas 300 fotos de antílopes y también de
los actos contra la furtiva.
El mantón tejido de lana de gamuza
puede venderse a 30.000 e incluso a 70.000 dólares en el mercado
internacional, pero se necesita matar de tres a cinco antílopes
para su elaboración. Por largo tiempo la caza furtiva de antílopes
era llevada a cabo de manera desenfrenada en la zona Hoh Xil
motivada por las ganancias exorbitantes, y por ello el número de
este animal único y precioso en Tíbet descendió de un millón a
50.000 en la actualidad.
Los miembros del cuerpo contra la
caza furtiva de antílopes de Hoh Xil son héroes que trabajan en
condiciones muy duras. Habitan durante a?os en tiendas iluminadas
con la luz de las velas, situadas en un lugar a 4.500 metros de
altura sobre el nivel de mar, y suelen comer tallarines
instantáneos sin vegetales ni frutas. Se visten ordinarios trajes
acolchados para resistir temperaturas que oscilan entre 10oC y 40oC
bajo cero. Como las condiciones son pésimas, cuatro miembros han
muerto hace poco al cumplir su deber.
En cualquier lugar a donde llegan
estos valerosos hombres, reciben saludos y respetos cordiales de
los ciudadanos de Shanghai. Hace poco, la empresa textil
Hengyuanxiang, líder nacional de la industria textil de lana y
famosa marca tradicional de Shanghai, invitó al jefe del cuerpo y a
unos miembros a la sede de la compa?ía y les obsequió artículos de
lana protectores del frío y cierta cantidad de dinero.
(CIIC)