Más de 30.000 residentes deben abandonar el peque?o distrito rural de Qingchuan, en la provincia suroccidental china de Sichuan, debido a los frecuentes desastres secundarios en las zonas monta?osas desde que ocurrió el devastador terremoto el pasado 12 de mayo, informaron hoy miércoles funcionarios locales.
Qingchuan se encuentra a unos 200 kilómetros al noreste del distrito de Wenchuan, epicentro del terremoto de 8,0 grados en la escala de Richter. El primer grupo de 3.000 residentes de tres poblados suyos han sido reubicados a distritos vecinos, dijo Li Zhi, del cuartel general de alivio de desastre de la ciudad de Guangyuan, a la que pertenece Qingchuan.
"Después de una investigación, los geólogos concluyeron que el terremoto no dejó medios de sustento y producción en dichas áreas", indicó Li.
"Además, como una zona de alto riesgo de desastres secundarios como desprendimiento de tierras, ya no es apropiada para que la gente resida", a?adió.
Los tres poblados de Hongguang, Magong y Shiba cuantan con una población combinada de 13.000 habitantes, de los que 10.000 han sido albergados temporalmente en regiones vecinas.
"Todo el poblado de Magong fue enterrado por el terremoto", dijo Huang Xingwen, jefe del Partido del poblado.
"No podemos incluso encontrar un lugar seguro para colocar una tienda de campa?a", precisó.
Magong tenía 1.938 residentes, 73 de los cuales murieron en el movimiento telúrico.
El devastador terremoto derribó el 80 por ciento de las construcciones en Qingchuan, que tenía 36 poblados con una población total de unos 250.000 habitantes. También dejó un saldo de 4.695 muertos, 15.453 heridos y 124 desaparecidos.
A escala nacional, el temblor más poderoso que haya sufrido China en las últimas tres décadas ha provocado la muerte de 69,107 personas hasta el mediodía de ayer martes, y dejado a millones de personas sin hogar.
El sismo sacudió una superficie de 3.269 kilómetros en Qingchuan y ha provocado pérdidas valoradas en más de 65.000 millones de yuanes (9.300 millones de dólares), dijo Chen Zhengyong, jefe del distrito.
"Más de 30.000 personas necesitan trasladarse a otros lugares. Algunos lugares ya no son habitables", destacó.
Sin embargo, todavía no está claro a dónde podrán ir estos residentes.
Mal dispuesto para trasladarse, He Zailong, de 37 a?os de edad, tenía que abandonar su pueblo natal, la aldea Guotan, en el poblado de Magong.
"No había visto mi nueva casa de dos pisos antes de que ésta fuera destruida", dijo He, quien había estado trabajando en una mina de aluminio en la provincia norte?a de Shansi. Su padre de 65 a?os de edad falleció en el terremoto.
He, su esposa, su hermano y su ni?o se trasladaron a un poblado del vecino distrito de Jiange el martes.
"Debemos reconstruir nuestros hogares. Esto es lo más importante ahora, así tengamos que comenzar desde cero", indicó He. Fin