2. ACELERAR EL DESARROLLO DE LA AGRICULTURA Y LA
ECONOM?A RURAL Y ESFORZARSE POR INCREMENTAR
LOS INGRESOS DE LOS CAMPESINOS
Desarrollar las fuerzas productivas agr?colas y elevar el poder adquisitivo del campesinado son aspectos muy importantes para ampliar y cultivar la demanda interna y ata?en al conjunto del desarrollo econ?mico y la estabildad social. Hay que tomar el fortalecimiento de la agricultura y el incremento de los ingresos de los campesinos como una relevante tarea del trabajo econ?mico en su conjunto, y el incremento de los ingresos y el alivio de la carga de los campesinos, como un importante rasero para valorar el trabajo agr?cola y rural.
Para aumentar los ingresos del campesinado es fundamental acelerar la reestructuraci?n de la agricultura y de la econom?a rural, esforzarse al m?ximo por desarrollar la gesti?n industrializada de la agricultura e impulsar activamente el paso de la agricultura tradicional a una de tipo moderno. Es menester generalizar en?rgicamente las variedades mejoradas de cultivos y las t?cnicas aplicables avanzadas, y acelerar la expansi?n de los productos agr?colas de alta calidad, de uso especial y de efecto inofensivo. Es preciso proseguir reajustando la estructura interna de la agricultura y desarrollar con dinamismo la ganader?a y la acuicultura. Es necesario poner en pleno juego las ventajas relativas regionales y acelerar el reajuste y la optimizaci?n de la distribuci?n geogr?fica de la agricultura. Las zonas litorales y los suburbios de las ciudades grandes y medianas deben fomentar con energ?a la agricultura de alta rentabilidad. Las principales zonas productoras de grano del Centro del pa?s deben aprovechar la coyuntura en la que las principales zonas compradoras ceden cierta parte del mercado cerealista para expandir la producci?n de cereales de alta calidad y elevar la rentabilidad integral de los mismos y su competitividad en el mercado. Las zonas del Oeste deben desarrollar la agricultura caracter?stica del lugar, la de secano y la ecol?gica. Hay que esforzarse por aumentar la exportaci?n de productos agr?colas, y popularizar diversas modalidades de gesti?n como la de ?empresa m?s familias campesinas? y la de ?producci?n agr?cola por encargo?, con el prop?sito de dar forma gradualmene a la gesti?n integrada de la producci?n, el procesamiento y la venta de los productos agr?colas. Es menester acelerar el fomento de un grupo de empresas l?deres de amplia irradiaci?n y con una poderosa fuerza propulsora. Es preciso profundizar en la investigaci?n cient?fica en la agricultura, generalizar la reforma del sistema e impulsar la integraci?n de las entidades productoras con los centros de investigaci?n cient?fica y los centros docentes, continuar poniendo en pr?ctica el ?Plan Chispa? para el desarrollo tecnol?gico, y acelerar la transformaci?n, generalizaci?n y aplicaci?n de los logros de la ciencia y tecnolog?a agr?colas. En cuanto a la reestructuraci?n agr?cola, es preciso persistir en orientarse por la demanda del mercado, partir de la situaci?n real y respetar plenamente la voluntad de los campesinos, sin recurrir jam?s a la coacci?n ni al autoritarismo. Los gobiernos de los diversos niveles deben llevar a buen t?rmino la planificaci?n, aumentar sus inversiones en la ciencia y tecnolog?a agr?cola, reforzar los servicios y empe?arse en la implantaci?n de un sistema de est?ndares de calidad y certificaci?n de los productos agr?colas, un sistema de examen y verificaci?n y un sistema de informaci?n del mercado de productos agr?colas, con miras a crear un buen ambiente de mercado.
Para lograr lo antes posible que los ingresos de los campesinos aumenten en un considerable margen, corresponde trabajar bien en las siguientes ?reas:
Primero, ampliar la escala de devoluci?n de tierras de labranza a los bosques. El experimento piloto iniciado hace m?s de dos a?os demuestra que la devoluci?n de las tierras a los bosques (incluidas las praderas y los lagos) aplicada en algunos lugares del Centro y Oeste del pa?s, adem?s de ser una importante medida encaminada a mejorar el ecosistema y fomentar la reestructuraci?n agr?cola, es tambi?n una v?a eficaz que permite incrementar directamente los ingresos de los campesinos. En la actualidad, dada la abundancia del suministro de cereales y otros productos agr?colas, se presenta una buena oportunidad para acelerar la reintegraci?n de tierras agr?colas a la silvicultura. Este a?o conviene ampliar a?n m?s la escala de esta reintegraci?n, impulsar la suspensi?n temporal del pastoreo en favor de la praticultura y acelerar el paso de la reforestaci?n de las monta?as y tierras bald?as donde podr?an plantarse ?rboles. Es preciso seguir trabajando de acuerdo con las condiciones locales, potenciar la orientaci?n seg?n los diferentes casos, aplicar concienzudamente las diversas medidas pol?ticas para reconvertir en bosques las tierras de cultivo, perfeccionar las medidas complementarias, empe?arse en preparar y proporcionar plantones de buena calidad, con vistas a asegurar la calidad del trabajo de devoluci?n de tierras de labranza a los bosques. Tanto para la reforestaci?n de tierras de cultivo como para el programa de protecci?n de los bosques naturales, se debe atribuir importancia al buen desarrollo de otras nuevas actividades productivas, con el objeto de garantizar las fuentes de ingreso permanentes para la vida de las masas y los ingresos fiscales necesarios de las localidades pertinentes. Es preciso estudiar y elaborar, sin p?rdida de tiempo, reglamentos legales sobre la reforestaci?n de tierras de cultivo.
Segundo, profundizar en la reforma de los impuestos y las tarifas rurales y la del sistema de circulaci?n del grano y el algod?n. La reforma de los impuestos y las tarifas rurales es una pol?tica para aliviar de ra?z la carga que pesa sobre los campesinos. En el presente a?o hay que ampliar en mayor medida el radio del experimento piloto, y principalmente centrarse en las provincias productoras de cereales del Centro y Oeste y en las provincias agr?colas importantes y, al mismo tiempo, continuar el referido experimento en una parte de los distritos y municipios de las dem?s provincias, regiones aut?nomas y municipios bajo jurisdicci?n central. La hacienda central dispondr? de los fondos correspondientes dentro del presupuesto para prestar apoyo a este empe?o, en tanto que las haciendas de las localidades donde se lleva adelante el experimento tambi?n deber?n asignar fondos adecuados en apoyo a la reforma. Al mismo tiempo, es indispensable llevar a feliz t?rmino las reformas complementarias, incluyendo las de los organismos de cant?n y poblado, la educaci?n rural y el sistema hacend?stico a nivel de distrito y cant?n. La reforma de los impuestos y las tarifas rurales debe aligerar notablemente el gravamen sobre los campesinos y, a la vez, garantizar los fondos de los gastos necesarios para el trabajo ordinario y el desarrollo del agro, en especial asegurar los gastos para la ense?anza obligatoria rural. En donde todav?a no se ha emprendido dicha reforma, hay que aplicar estrictamente las decisiones pertinentes tomadas por la direcci?n central, continuar cumpliendo debidamente las diversas labores relacionadas con el alivio de la carga de los campesinos. Todas las localidades tienen que intensificar a?n m?s la rectificaci?n en ?reas espec?ficas como los cobros arbitrarios en los centros docentes, y las tarifas de electricidad y de construcci?n de viviendas en el campo. Es necesario implementar de forma integral las medidas relacionadas con la reforma del sistema de circulaci?n de cereales, impulsar en?rgicamente la reforma de las empresas estatales de compra y venta de cereales, mejorar y potenciar la administraci?n del mercado de cereales e impulsar el establecimiento de relaciones de cooperaci?n duraderas y estables para la compra y venta entre las principales zonas compradoras y vendedoras de cereales. Es menester continuar llevando a buen efecto los trabajos de la reforma apuntada a la mercantilizaci?n de la compra y la venta del algod?n, a fin de mantener estables la producci?n de algod?n y su mercado.
Tercero, esforzarse por ampliar los canales de incremento de ingresos del campesinado. Hay que centrarse en la industria procesadora de productos agr?colas y el sector de servicios en las zonas rurales para acelerar el desarrollo de los sectores secundario y terciario en el campo. Dar orientaci?n a las empresas de cant?n y poblado para que apresuren sus pasos en la reestructuraci?n, el progreso tecnol?gico y la innovaci?n de sistemas y eleven su nivel de desarrollo. La ampliaci?n de los intercambios econ?micos entre las ciudades y las zonas rurales favorece un notable incremento de los ingresos de los campesinos. Las diversas localidades deben revisar y suprimir las restricciones irrazonables y cobros arbitrarios, proporcionar facilidades a los campesinos para que entren a trabajar en las ciudades, o se dediquen a actividades comerciales, asegurarles efectivamente sus derechos e intereses leg?timos, y al mismo tiempo reforzar la administraci?n y la orientaci?n al respecto. Es preciso impulsar a pasos seguros la urbanizaci?n en las zonas rurales y promover el traslado de la mano de obra rural a las ?reas de producci?n no agr?cola.
Cuarto, aumentar el apoyo a la agricultura. Hay que adoptar medidas que se ajusten a las reglas de la OMC y esforzarse por proteger los intereses de los campesinos. Incrementar las inversiones en la agricultura y en la construcci?n de infraestructuras rurales, y mejorar las condiciones de producci?n y de vida as? como el entorno ecol?gico en el campo. Apoyar prioritariamente la construcci?n de obras de riego con ahorro de agua, de agua potable para la poblaci?n y el ganado, metano rural, v?as rurales, cercas de prados y estaciones hidroel?ctricas rurales. Intensificar el apoyo a la agricultura en lo que respecta a la investigaci?n cient?fica agr?cola, generalizaci?n de t?cnicas, prevenci?n y control de las enfermedades e insectos da?inos, informaci?n y asesoramiento, y capacitaci?n de campesinos. Mejorar los servicios financieros a la agricultura, llevar a mejor t?rmino la ayuda a las zonas con escasos recursos econ?micos mediante actividades de explotaci?n, aumentar por m?ltiples canales los fondos de ayuda a los indigentes y ampliar la magnitud de la asistencia a los necesitados, pag?ndoles jornales por las labores realizadas. Respaldar con mayor intensidad las zonas v?ctimas de calamidades naturales y las zonas de condiciones econ?micas extremas, y eximirles total o parcialmente del pago de impuestos sobre la agricultura y la ganader?a, medidas ?stas que deben ser puestas en pr?ctica de manera efectiva. Auxiliar con entusiasmo a las familias rurales que se encuentran en condiciones econ?micas extremas y a los familiares de los m?rtires y militares a superar sus dificultades reales.