Justo cuando las llamas del escándalo se diseminaban por Beijing, tras la decisión de sacar de sus puestos a funcionarios municipales por incumplimiento de sus funciones, la urbe decidió llamar al “bombero” Wang Qishan, ex Secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de China (PCCh) de Hainan y actual alcalde en funciones de la capital del país.
Wang se ganó su sobrenombre por asumir una importante misión en una coyuntura crítica. Las crisis no le resultan ajenas. En 1998 ganó fama cuando fungía como vicegobernador de la sure?a provincia de Guangdong. Se anotó un tanto al sacar a Guangdong de las sombras de una crisis financiera causada por la bancarrota de la Corporación Fideicomisaria e Inversionista Internacional de Guandong (CFIIG), la segunda de su tipo en China en aquel entonces.
Ahora, cuando Beijing enfrenta el generalizado Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS) y la capital recupera su maltrecha confianza en las autoridades, el Bombero Wang pone la cara a otra descomunal tarea. Este funcionario “pragmático, aguerrido y erudito" de 55 a?os, debe demostrar al mundo que es digno de su carisma y fama.
Desde 1988, cuando se convirtió en gerente general de la Corporación Agrícola Fideicomisaria e Inversionista de China, Wang ha estado vinculado al mundo de las finanzas por espacio de casi una década, durante la cual encabezó los bancos de la Construcción e Inversionista de China. Su sólida formación financiera contribuyó en gran manera a su elección como vicegobernador de la provincia de Guangdong. Se produjo entonces la bancarrota de la CFIIG. Ejerciendo como asesor, Wang Qishan aclaró el concepto de credibilidad de las compa?ías de portal, lo cual resultó clave para la liquidación de la CFIIG.
La mayorías de quienes le rodean, coinciden en que Wang nunca hace alardes al usar de la palabra. Se trata de una tradición que comenzó cuando, en una reunión de trabajo del Partido provincial en Hainan, el gobernador y el secretario del comité partidita provincial debían hacer uso respectivo de la palabra, en intervenciones que quedarían recogidas en documentos oficiales. En dicha ocasión, sin embargo, Wang dijo: "Dejo en manos del gobernador Wang Xiaofeng el discurso. El mío es innecesario, pues repetiría sus palabras."
Wang tiene fama además de ser un trabajador pragmático. Apenas apareció en público durante su primer mes tras su llegada a Hainan. En su lugar, se concentró en investigar toda la isla, en especial los distritos más pobres. Luego de su traslado a Beijing, ha mantenido su estilo de bajo perfil. El 24 de abril, su primera reunión ordinaria con el municipio apenas duró media hora. Wang se ha dedicado sobre todo a una cosa: ?Cómo evitar el SARS? Enfatizó entonces: "A las fuerzas armadas no se les permiten frivolidades," comparando al gobierno con un ejército en máxima alerta.
Wang Qishan suele decir con frecuencia: "?Ustedes lo creen? Porque yo pienso que podemos lograrlo!" El público y la dirigencia de la capital por partes iguales esperan que este confiado y flamante alcalde en funciones mantenga ese espíritu – y logre librar a la ciudad del espectro del SARS, llevándola de un éxito a otro.
(15/05/2003, Beijing Informa)