El sábado fue un día triste para Espa?a. Siete espa?oles murieron en una emboscada perpetrada por iraquíes a 30 kilómetros de Bagdad. En otros ataques también perdieron la vida dos surcoreanos, dos japoneses y un civil colombiano.
Un convoy espa?ol, formado por ocho agentes espa?oles del Centro Nacional de Inteligencia, se dirigía hacia el sur cuando un hombre armado abrió fuego matando a siete de ellos. Uno de los agentes escapó mientras que jóvenes iraquíes pisotearon los cadáveres y vociferaron eslóganes a favor de Sadam.
Dos diplomáticos japoneses también perdieron la vida el sábado en un ataque en el norte de Bagdad cuando pararon su vehículo para comprar comida y bebidas. Los diplomáticos, que se dirigían a una conferencia sobre la reconstrucción de Irak, no llevaban escolta militar. El conductor iraquí también falleció a causa del tiroteo.
A estas muertes, hay que sumarles la de un contratista colombiano que fue asesinado el sábado en una emboscada en Balad, 45 kilómetros al norte de Bagdad, y la de dos electricistas surcoreanos de la compa?ía con sede en Seúl Ohmmo que perdieron la vida en otro ataque. Otros dos surcoreanos resultaron heridos y uno de ellos se encuentra en estado crítico.
“Es obvio que atacan a miembros de la coalición para desanimar a los aliados a participar en la reconstrucción de Irak”, dijo el portavoz de la coalición Dan Senor. “Los enemigos de la libertad están intentando debilitar la voluntad de la coalición”.
Diplomáticos espa?oles y japoneses anunciaron que estas muertes no cambiarían su compromiso en Irak. “Nuestra libertad está siendo amenaza por los terroristas”, dijo el primer ministro José María Aznar en un discurso televisado en Espa?a. “Una retirada espa?ola de Irak es el peor de los caminos posibles”.
(01/12/2003, CIIC)