La próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) debe ofrecer confianza y esperanza a la economía y gente del mundo, dijo hoy el primer ministro británico, Gordon Brown.
La reunión "debe suministrar oxígeno de confianza a la economía mundial actual y dar a la gente de todos nuestros países esperanza renovada sobre el futuro", dijo Brown en un discurso ante líderes religiosos y representantes de ONGs en la histórica Catedral de San Pablo en Londres.
La batalla que los líderes del G-20 van a sostener esta semana "no es la que se sostenía antiguamente contra viejos enemigos, sino contra uno nuevo, contra la recesión mundial, contra el caos climático y contra el desempleo, inseguridad, pobreza y contra la desesperanza", dijo Brown.
La reunión enfrentará varias pruebas difíciles, la primera es limpiar el sistema bancario mundial, frenar el uso de paraísos fiscales e introducir principios para pagos y bonos "a fin de que los bancos, en lugar de servirse a sí mismos, sirvan a la gente".
El sistema financiero mundial debe reformarse para que pueda evitarse una crisis futura, subrayó.
Los líderes del G-20 podrían alcanzar en la cumbre del jueves un acuerdo sobre la regulación del pago a los banqueros, agregó.
Brown insisitió en que el mundo debe adoptar reglas económicas mundiales basadas en valores comunes.
"Nuestro sistema financiero debe estar basado en los mismos valores que están en el núcleo de lo mejor de nuestras vidas familiares, vecindarios y comunidades", dijo Brown.
"En lugar de una globalización que amenace con convertirse en libre de valores y libre de reglas, necesitamos un mundo de reglas mundiales compartidas fundadas en valores mundiales compartidos", agregó. Fin