(hey-genius.com) – “?Gracias, China!”, es la frase que en los últimos a?os más quieren decir las empresas de artículos de lujo que tienen negocios en el país. No obstante y pese a las grandes esperanzas de este mercado, los resultados de 2012 no fueron los esperados y el crecimiento del sector se desaceleró bruscamente.

?Por qué este cambio? ?La austeridad y la lucha contra la corrupción impulsadas por el Comité Central del Partido Comunista de China precipita el declive de la industria de los artículos de lujo? ?Cuándo recuperará la industria, alimentada por la corrupción y el alarde, su gusto original por la calidad y el estilo?

Es un poco exagerado afirmar que “l(fā)a prosperidad y la decadencia de la industria de artículos lujosos refleja el desarrollo de China”. Pero si es verdad que en estos a?os el consumo de dichos artículos en el país ha mantenido una tendencia de crecimiento rápido. “?Gracias, China!” son las palabras que las marcas de lujo afincadas en el territorio nacional quieren pronunciar de corazón a los clientes locales.

Sin embargo, en 2012, el mercado chino, en el que las marcas de lujo depositan grandes esperanza, no les trajo gratas sorpresas. “Frío” es la nueva palabra clave de esta temperada.

Según se prevé en el Informe de Investigación del Mercado Chino de Artículos de Lujo, publicado por la conocida firma de consultoría estratégica Bain, en 2012, los artículos de lujo comprados por los consumidores chinos representan una cuarta parte del total mundial. Quizás la pregunta es ?cómo es posible que el sector se haya enfriado con tales cifras?

En realidad, detrás del fuerte poder adquisitivo hay una desaceleración abrupta del crecimiento del consumo. Según los datos de Bain, a partir del último trimestre de 2011 se ha venido apreciando una desaceleración evidente del consumo en el mercado de artículos de lujo en el territorio continental de China. Pese a que el volumen del consumo de dichos productos en 2012 llegó a los 115.000 millones de yuanes, su tasa de crecimiento fue de apena el 7 por ciento, inferior al 30% registrado en 2011, la cifra más baja desde el 2006.