El primer ministro de China, Li Keqiang, expresó hoy domingo su disposición a aceptar que la sociedad y los medios de comunicación ejerzan una función de supervisión para lograr una gobernanza limpia.

Si uno acepta un cargo público, debe dejar de pensar en hacerse rico, dijo Li en una conferencia de prensa celebrada a la conclusión de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo del país.

"La corrupción es incompatible con la reputación del gobierno, como el fuego y el agua", afirmó Li, al tiempo que hacía hincapié en el papel del gobierno chino en la lucha contra la corrupción.

El nuevo premier se comprometió además a ganarse la confianza del pueblo mediante la aplicación de una política de austeridad en el gasto gubernamental.

"Durante el ejercicio de mis funciones, el gobierno no se valdrá de las arcas públicas para construir nuevas oficinas, salones de actos o casas de huéspedes para uso gubernamental", aseguró Li.

El premier prometió asimismo que se reducirán el número de empleados públicos, el gasto en alojamiento y cátering oficial, los viajes al extranjero con propósitos oficiales, así como la compra de vehículos para este fin.

"El gobierno central dará ejemplo, y el resto de gobiernos a todos los niveles deben seguirlo", declaró.