La italiana Paola Pezzo ganó la medalla de oro en la modalidad de ciclomonta?ismo femenino en los Juegos Olímpícos de Sydney a sus 31 a?os.
La noruega Gunn-Rita Dahle también obtuvo el primer oro en ciclismo para su país en 32 a?os a la misma edad, en las Olímpiadas de Atenas 2004.
Ya han pasado cuatro a?os desde que la ciclista rusa Irina Kalentieva hizo su desafortunado debut en esa misma Olimpíada, donde ocupó el decimotercer lugar.
Ahora, Kalentieva tiene 31 a?os. "Tengo un sue?o para los Juegos de 2008", dice la ganadora del oro en el campeonato mundial de 2007, quien en la actualidad ocupa el segundo lugar a nivel mundial.
Nacida en un peque?o poblado a 150 kilómetros de la ciudad de Cheboksary, al este de Moscú, a la orilla del río Volga, Kalentieva pasó su infancia en la granja de sus padres, rodeada de cerdos, vacas, gansos, patos y ovejas.
De ni?a solía treparse a los árboles, y en los fines de semana jugaba al fútbol en la calle, con los chicos.
"Mi padre era esquiador. Fue él quien encendió en mí la pasión por el deporte, y quien más me apoyó", dice Kalentieva, "Tomé parte en carreras de 800, 1500 y 3000 metros y siempre era primera en mi grupo de edad", agrega.
En 1993 inició su carrera ciclística después de que el entrenador ruso Vladimir la descubriera entre ocho candidatas en su escuela de deportes.
A pesar de la escasa disponibilidad de equipamiento en Rusia, ella se esforzó para tomar parte en las más selectas competencias internacionales, en las que llegó a conocer a ciclistas de todo el mundo.
"Todos tienen sus propias historias y problemas, sus puntos fuertes y débiles, sus altas y bajas. He aprendido mucho de las tantas personalidades distintas y sus características, y he logrado conocer mejor tanto a los demás como a mí misma", sostiene.
Kalentieva admite que no será fácil para ella derrotar a fuertes rivales como la número uno del mundo, la alemana Sabine Spitz, y la ganadora de la plata olímpica, la canadiense Marie-Belene Premont, pero cree que en Beijing logrará llegar al podio, incluso por encima del tercer lugar.
"Si te pones la mano en el corazón y confías en tí mismo, puedes lograr más de lo que alguna vez llegaste a desear", asegura.