A pesar de que China no es precisamente conocida por sus hermosas playas, un número creciente de turistas está dejando sus huellas en las orillas de las playas de Hainan. La provincia, conocida por su clima tropical como el “Hawai de China”, es en la actualidad el primer destino doméstico entre los chinos durante el periodo vacacional.
De acuerdo con el buró de turismo de la provincia, en 2007, Hainan recibió 18 millones de turistas, un 15 por ciento más que en el a?o anterior, con casi seis millones de extranjeros, un increíble 63 por ciento más que en 2006.
Muchos visitantes llegan al puerto sure?o de Sanya, cuyos 209 kilómetros de playas están ocupados por multitud de turistas los doce meses del a?o. La playa de Sanya es sin embargo la menos concurrida cerca de la ciudad, y además es la que más conserva el sabor local. Aquí, los turistas comparten la arena con un sinfín de pescadores en pos de la pieza del día, vendedores de pinchos asados de diferentes especies de animales marinos y conductores de carros que invitan al veraneante a recorrer cómodamente sentado los alrededores. La playa de Sanya es cualquier cosa menos un lugar arreglado, en el que dar un paseo al atardecer significa sortear montones de cocos caídos de las palmeras y montones de tradicionales barcas de pesca api?adas en la bahía, a menudo ocupadas por durmientes pescadores locales. Además, la playa aquí está salpicada de una enorme y colorida selección de conchas marinas, muchas más que en ningún otro lugar de la isla.
Aquellos que busquen un lugar algo más festivo pueden acercarse a Dadonghai (la gran bahía del este), repleta de turistas en bikini, parasoles, 0barcas a motor y esquís acuáticos que cruzan las aguas a toda velocidad separados de los ba?istas por largas líneas de boyas. En tierra, los numerosos ba?istas que toman el sol están rodeados de campos de fútbol y voley playa, e incluso puede verse algún que otro puesto de fotografía. Vendedores de perlas de las minorías étnicas de la región, masajistas y agentes de viajes también pululan por estas tierras a la búsqueda de posibles clientes.
El fin de la playa de Dadonghai está marcado por una línea de bares y restaurantes que ofrecen platos locales a base de marisco y cocina rusa, ya que una abrumadora mayoría de turistas provienen del país vecino del norte.
Los vagabundos abundan normalmente en la playa de Yalong, una línea de tierra de ocho kilómetros de largo acordonada por una serie de urbanizaciones en las que se suelen instalar vallas para evitar el paso a los visitantes no deseados. Se dice que sus aguas mantienen una temperatura anual constante de 26 grados centígrados. En el idioma de la minoría local Li, el nombre de este lugar significa “tan blanco y limpio como el jade”, y, de acuerdo con las leyendas locales, la playa es la encarnación de siete muchachas de la etnia Li que se arrojaron al mar para demostrar el poder de su amor.