Desde el punto de vista filosófico, en la Villa de Veraneo los espacios y las construcciones están dispuestos de acuerdo con los preceptos clásicos del taoísmo y del confucianismo, como “el agua fluye y las nubes existen”, “no perseguir fama ni lucro y ser sincero”, que simbolizan la preponderancia de lo natural y la necesidad de cultivar la moralidad, respectivamente. Por otro lado, los paisajes de los templos budistas como “l(fā)as villas cercadas del monte” reflejan el respeto al budismo.
En una palabra, la Villa de Veraneo no sólo cuenta con muchos paisajes hermosos, sino que éstos también son una muestra directa y profunda de la cultura y filosofía oriental, tanto en lo que respecta al budismo, taoísmo, y confucionismo, como en lo referente a la medicina tradicional china y las artes marciales. La Villa de Verano también refleja la diversidad del país a través de la reproducción de aspectos típicos de las diferentes culturas de minorías étnicas de China como la música, la pintura, la caligrafía, la poesía y la escultura.