Por álvaro Pa?os Cubillo

Cuando analizamos la estructura económica de China, lo primero que podemos destacar es el peso fundamental de las empresas estatales. Si bien es cierto que el PCCh siempre se ha esforzado por consolidar el protagonismo del sector público, también es un hecho que el Gobierno no escatima en su empe?o a la hora de alentar y potenciar el desarrollo de alta calidad del sector privado de la economía, y en fomentar una relación cordial entre el Gobierno y las empresas.

Así lo ha se?alado este lunes el presidente chino, Xi Jinping, también secretario general del Comité Central del PCCh y presidente de la Comisión Militar Central, durante la primera sesión del XIV Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano asesor político del país.

Xi aprovechó la ocasión para reiterar la importancia que desempe?an las empresas privadas en el desarrollo socioeconómico del país y explicó las medidas más efectivas que se han puesto en marcha para apoyar a las peque?as y medianas empresas y a los trabajadores por cuenta propia con el objetivo de que estos agentes asuman más responsabilidad en la creación de puestos de trabajo, la expansión del consumo, el estímulo de la competitividad a nivel internacional, la consolidación de una sociedad modestamente acomodada y, en definitiva, el fortalecimiento del socialismo con características chinas de la nueva era y la consecución del sue?o chino de revitalización nacional.

Dicho apoyo a las empresas privadas se traduce en una serie de medidas concretas que pasan por eliminar las barreras institucionales que impiden su participación en la competencia del mercado de manera justa, proteger sus derechos de propiedad y los derechos e intereses de los empresarios en conformidad con la ley, garantizar el trato igualitario de las empresas privadas y estatales y dinamizar la inversión de capital privado. El a?o pasado, siendo consciente de las dificultades que atravesaron muchas empresas privadas como consecuencia de la pandemia de COVID-19, el PCCh bajo la dirección del presidente Xi Jinping intensificó el apoyo para mitigar las dificultades en las actividades de producción y gestión de esas empresas (políticas de reducción tributaria, orientación a las instituciones financieras para que aumentasen la concesión de créditos, rebaja del coste de financiación, etcétera), logrando revitalizar la confianza de la inversión privada.

En la medida en que la modernización china se vertebra en torno a la prosperidad común, Xi Jinping ha hecho un llamamiento para que tanto las empresas estatales como las privadas sigan avanzando en la senda del desarrollo de alta calidad y asuman de forma solidaria esa responsabilidad social de promover la prosperidad común.