La dirigencia asume conceptos científicos que permiten hacer frente con gran seguridad y un espíritu emprendedor a los grandes retos nacionales. De cara a factores desfavorables, China identifica motores diversos que ofrecen ventajas competitivas y que prometen ofrecer una contribución especial bajo variables específicas. Con la confianza y seguridad que dejan los logros alcanzados y con la mente fría y enfoques racionales frente a universos complejos, este a?o el pueblo chino, de la mano de su dirigencia, se apresta a inyectar vitalidad a nuevos y más variados motores de crecimiento, alentando la participación en sectores prioritarios y productivos que pueden generar, a la larga, enormes satisfacciones.

La consecución de un buen resultado de los planes de acción para 2024 requieren de esfuerzos concertados entre todos aquellos elementos que integran los procesos productivos. Según especificó el primer ministro, el país mantendrá una política fiscal productiva y una política monetaria prudente.

Entre las estrategias clave donde la dirigencia nacional pondrá especial énfasis está la independencia y la autosuperación científico-tecnológica de alto nivel. El primer ministro aseguró que el país aglutinará fuerzas estratégicas y los recursos de innovación sociales para promover avances inéditos en tecnologías medulares, las cuales, a su vez, potencias investigaciones inéditas y de vanguardia. El país encausará todos los recursos disponibles para fortalecer, impulsar y dar protagonismo en la vida activa nacional a empresas que lleven a nuevos niveles la innovación científico-tecnológica. El intercambio y cooperación con el exterior y la creación de un ecosistema propicio para la innovación serán claves para generar un espíritu competitivo que aporte beneficios a la construcción nacional.

China cuenta con recursos cuyas ventajas competitivas no tienen parangón, con políticas que descansan en deliberaciones científicas orientadas al bienestar social y con herramientas políticas construidas a lo largo de los a?os, los cuales, en su conjunto, permiten allanar el camino para avanzar por la tan anhelada senda del crecimiento económico estable. Ello no sugiere, en ningún momento de este a?o, que la sociedad puede dormirse en sus laureles, especialmente ahora que el primer ministro ha hecho notar la capacidad nacional para salir avante en momentos difíciles. Por el contrario, este es un momento para formular nuevos paradigmas frente a realidades complejas y a un mundo inestable, acechado por la cada vez más reducida ausencia de paz. Ya sea para materializar la modernización y el desarrollo, o para contribuir a construir un mundo mejor, los chinos deben permanecer unidos y unir fuerzas en todos los ámbitos de la sociedad.