Foto: Agencia Xinhua

Por Jorge Fernández

El presidente chino Xi Jinping insta a la sociedad a impulsar un desarrollo de alta calidad, que se aleje de carreras precipitadas y que promueva un enfoque racional y sostenible.

Con datos duros sobre la mesa, estudiados en el marco de las Dos Sesiones, hay seguridad de que China cuenta con las condiciones para acelerar la recuperación de la economía nacional. El impulso tendrá entre sus aceleradores a las nuevas fuerzas productivas de calidad, las cuales, como aseguró el presidente de China, Xi Jinping, deberán conducir un crecimiento racional, sano y libre de inversiones impulsivas.

El mandatario chino advirtió que en el camino rumbo a la recuperación y el crecimiento, será necesario “evitar carreras precipitadas y oponerse a inversiones irracionales ciegas que creen burbujas”. Durante una deliberación con legisladores de la oriental provincia de Jiangsu, celebrada el 5 de marzo, Xi Jinping presentó sus observaciones sobre el desarrollo chino de alta calidad, entre las cuales resaltó el valor de las nuevas fuerzas productivas de calidad y la importancia de incluir la participación de las industrias tradicionales.

Este cónclave, uno de los más esperados durante las Dos Sesiones, anuncia al mundo el énfasis que China hace en la construcción de un sistema industrial moderno, donde las tareas habrán de ejecutarse sobre la base del reconocimiento de las capacidades propias y con un alto grado de racionalidad científica. El país está en el camino correcto y las oportunidades frente a él son evidentes, por lo que se hace necesario un toque de calidad y mucho celo en el trabajo para liberar y sacar el mejor provecho de fuerzas productivas óptimas y eficientes.

China lleva a?os poniendo énfasis en la calidad por encima de la cantidad, y de cara a la participación de nueva fuerzas productivas de calidad, Xi Jinping está alentando a la nación a construir una forma de trabajo que genere un desarrollo de alta calidad. La materialización de este plan lleva consigo la ejecución de varias tareas, entre ellas el aumento de la innovación, la participación de industrias emergentes y la mejora de un sistema industrial modernizado. Todo ello deberá descansar sobre la sostenibilidad, la eficiencia y la utilización de óptima de los recursos como condiciones irremplazables.

La estrategia que la dirigencia nacional impulsará, siguiendo las líneas establecidas por Xi Jinping, no demerita ni subestima el valor de otras fuentes impulsoras del desarrollo. China ampliará sus motores, y al tiempo que emprende este proceso de crecimiento, incubará fuentes prometedoras del crecimiento y mantendrá las tradicionales en condiciones óptimas. La idea contempla las vicisitudes de los tiempos, la inestabilidad de las variables y la incertidumbre en la arena internacional, las cuales, actuando de forma simultánea, ejercen fuerzas de naturaleza distinta en cada motor de desarrollo.

Por tal razón, a fin de crear un entorno favorable para dar libertad plena a las nuevas fuerzas productivas de calidad, el presidente Xi Jinping aconsejó centrar la vitalidad en el desarrollo de un sistema industrial modernizado, en donde la columna vertebral sea la manufactura avanzada. Si bien el llamamiento se hizo a todos los sectores productivos de la sociedad, los jóvenes son los abanderados de este nuevo proceso. El mandatario chino invitó a la creación de grupos de industrias emergentes estratégicas con combatividad internacional. En este nuevo contexto, los jóvenes cuentan con un enfoque distinto, ágil y más acoplado a las necesidades de la nueva era, el cual ofrece enormes esperanzas para inyectar vitalidad a las fuerzas productivas.

En medio del entusiasmo que genera la construcción de un nuevo capítulo en la historia del desarrollo, el presidente Xi Jinping hizo notar la existencia aún presente de obstáculos que habrán de sortearse para facilitar la actualización pronta y sin demoras de una capacidad industrial que traiga consigo un nuevo enfoque de la calidad. Por ello destacó la necesidad de reformar los sistemas de ciencia y tecnología, los de educación y los de creación de talentos para superar aquellos puntos que obstaculizan el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas de calidad.

La visión del presidente Xi Jinping, en resumen, aglutina principios, ideas, políticas y tareas para impulsar la innovación y la modernización industrial bajo un esquema de alta calidad. China está en un momento de grandes retos y oportunidades, en donde el futuro estará definido por la incubación y protección de distintos motores de desarrollo, tanto tradicionales como emergentes, que generen un sistema eficiente y optimizado. La juventud tendrá un papel importante en este proceso de cambio, puesto que sus enfoques, frescos y renovados, aportarán nuevos ideas para enfrentar desafíos, fomentar la vitalidad económica y elevar la contribución de China en el terreno internacional.