Por Zhang Peng

El comunicado emitido tras la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), celebrada en julio, destacaba la necesidad de “ahondar en la reforma estructural por el lado de la oferta, mejorar los mecanismos de incentivos y restricciones para promover un desarrollo de alta calidad, y crear nuevos motores de crecimiento y fortalezas”.

La economía china pasa de un crecimiento acelerado y cuantitativo a un desarrollo de alta calidad, centrándose en mejorar la productividad de los factores y fomentar un avance derivado de la innovación para satisfacer las necesidades socioeconómicas y continuar con la modernización del país.

Luego del XVIII Congreso Nacional del PCCh en 2012, China hizo de la innovación el principal motor del desarrollo económico. Por el lado de la oferta, ha conseguido algunos logros notables. Gracias a los nuevos avances tecnológicos e industriales, la política de industrialización ha incentivado los sectores tradicionales y ha dado lugar a nuevas industrias.

En el primer semestre de este a?o, 39 de los 41 principales ramos industriales subieron, con un incremento interanual del valor a?adido en la manufactura de alta tecnología del 8,7 % y de la inversión en rubros de alta tecnología del 10,6 %.

Los nuevos sectores e infraestructuras han hecho avanzar la digitalización de las industrias, y ayudan a desarrollar nuevas fuerzas productivas de calidad, como la 5G y la inteligencia artificial, facilitando la actualización y transformación de los rubros tradicionales al tiempo que nutren a las nuevas industrias.

Por el lado de la demanda, el consumo se está generalizando, y su patrón muestra claros signos de personalización y diversidad. Además, en el primer semestre, la renta per cápita disponible ascendió a los 20 733 yuanes (2910 dólares), con un avance interanual del 5,4 %, superior a la tasa del PIB.

Aunque el consumo tradicional de bienes y servicios, incluidos restaurantes y comida para llevar, sigue siendo fuerte, los nuevos, como productos turísticos, digitales, ecológicos y relacionados con la salud, han fomentado su salto.

El desarrollo de las fuerzas productivas sociales y la mejora de la productividad laboral determinan el progreso de una economía, y solo el fomento continuo de la innovación tecnológica, las fuerzas productivas y la productividad laboral puede conducir a un desarrollo socioeconómico sostenido y saludable.

De hecho, la innovación ha devenido el principal motor del desarrollo de alta calidad. Además, ayuda a satisfacer la creciente necesidad de una vida mejor, y a resolver el problema del desarrollo económico desequilibrado e inadecuado.

Las nuevas fuerzas productivas de calidad son de avanzada, asisten en  obtener avances tecnológicos y pueden configurar de forma novedosa los factores de producción y promover la modernización industrial.

A pesar de la compleja y volátil situación internacional, las oportunidades superan los retos para China. La ventaja fundamental del desarrollo de alta calidad, un enorme mercado de más de 1400 millones de consumidores, no ha cambiado. Adhiriéndose a los principios centrados en las personas, incentivando la innovación, modernizando las industrias y mejorando la gobernanza, el país puede avanzar en el desarrollo de alta calidad y conseguir la modernización.

Aunque la población envejece, puede darse un desarrollo sostenible explotando el segundo dividendo demográfico, es decir, las nuevas fuentes de crecimiento económico, y promoviendo con más motores la innovación. Para ello,  debe incrementar la inversión en el sector educativo, especialmente en educación básica y formación profesional, y elevar el nivel general de recursos humanos. También debe aprovechar las posibilidades creadas por las nuevas revoluciones tecnológicas e industriales para acelerar los ajustes estructurales económicos y promover la movilidad laboral interregional, interindustrial e interprofesional.

La transformación industrial puede fomentar la innovación. Dado que la impulsada por las empresas cumple un rol clave en el desarrollo de alta calidad, China debe mejorar los mecanismos para dar con nuevas fuerzas productivas de calidad y aprovechar las ventajas de las firmas para obtener el crecimiento económico.

Además, la integración de la economía digital con la real puede ayudar a las manufactureras a aventurarse en los servicios. Y la mejora de las redes de infraestructura moderna, como Internet de nueva generación y otras redes de tecnología avanzada, puede transformar la infraestructura de producción en todos los rubros y crear industria y empresa.

China cuenta con un sistema de gobernanza eficiente, que facilitará la construcción de un entorno empresarial de categoría mundial regido por el Estado de Derecho y creará igualdad de condiciones para todas las compa?ías, nacionales y extranjeras, estatales y privadas. Con todo, el desarrollo de alta calidad dependerá, en conjunto, de la innovación y de la seriedad con que las autoridades impulsen la novedad.

El autor es subdirector del Centro de Investigación del Crecimiento Económico del Instituto de Economía de la Academia China de Ciencias Sociales.