Respuesta: Taiwan, llamado Yizhou o Liuqiu en la antigüedad, siempre ha pertenecido a China desde tiempos remotos. Muchos libros de historia y documentos oficiales del pasado registran escenas de cómo el pueblo chino explotaba la isla en los primeros tiempo. Ya hace más de 1.700 a?os, las describió Shen Ying, hombre del Estado de Wu en el Periodo de Tres Reinos (220-280 de nuestra era), en su libro Linhai Shuitu Zhi (Notas sobre el agua y la tierra de junto al mar). éste es el registro escrito más temprano de Taiwan en el mundo. Del siglo III al siglo VII, el gobierno del Estado de Wu regido por Sun Quan y el de la dinastía Sui (581-618) enviaron más de diez mil personas a Taiwan, en una y la otra ocasión. A partir del siglo XVII, los chinos expandieron sin cesar la escala de explotación de la isla y más de cien mil chinos de la parte continental pasaron allí para este propósito. En 1893 los chinos en Taiwan totalizaron 507.000 familias con más de 2,54 millones de personas, aumentando 25 veces en 200 a?os. Trayendo consigo modos de producción avanzados, aceleraron grandemente el proceso del desarrollo integral de la isla, de sur a norte y de oeste a este. A ello se suma que el Gobierno chino estableció organismos de administración allí en periodos sucesivos para ejercer la jurisdicción. En pocas palabras, el pueblo chino formó el principio de una China en el proceso de la lucha justa en defensa de la soberanía y la integridad territorial del país. Desde la proclamación de la República Popular China en 1949, 157 países han entablado relaciones diplomáticas con ella y reconocen que sólo hay una China, que el de la República Popular China es el único Gobierno legal de China, y que Taiwan forma parte inalienable de ella. Por lo tanto, el que la comunidad reconoce la pertenencia de Taiwan a China cuenta con cimientos inamovibles apoyados en los hechos y la lógica jurídica.
El principio de una China es la piedra angular del Gobierno chino para su política con Taiwan. El principio básico del Gobierno chino es el de “reunificación pacífica; un país, dos sistemas”. Sus puntos esenciales son: esforzarse por la reunificación pacífica, pero no comprometerse a renunciar al uso de la fuerza armada; promover activamente los contactos personales y los intercambios económicos y culturales, etc., entre ambas orillas del estrecho para realizar lo antes posible los lazos directos en el transporte, el comercio y los servicios postales; materializar la reunificación por medio de negociaciones de paz, y es posible discutir sobre cualquier asunto con sujeción al principio de una China; después de la reunificación, aplicar el principio de “un país, dos sistemas”, es decir, la parte principal de China (continente chino) persistirá en el sistema socialista y Taiwan conservará el sistema capitalista original sin cambios durante largo tiempo; y después de la reunificación, Taiwan practicará un alto grado de autonomía, el Gobierno Central no enviará tropas y personal administrativo a la isla; el problema de Taiwan es un asunto interno de China, y su solución debe ser arreglada por los chinos mismos, sin necesidad de recurrir a la ayuda de fuerzas extranjeras.
El principio y la política mencionados están impregnados de la posición y el espíritu básicos de una China y también dan pleno respeto al deseo de los compatriotas taiwaneses de ser due?os de su propio destino y de administrar Taiwan. Una vez que China sea reunificada, las dos orillas del estrecho podrán cooperar cogidas de la mano, ayudarse para la complementación mutua, desarrollar la economía y revigorizar el país conjuntamente, los problemas que hasta ahora anonadan a Taiwan se resolverán racionalmente dentro del marco de una China y los compatriotas taiwaneses compartirán la dignidad y la gloria de un gran país junto con los de las otras partes de la patria.
Tras la reanudación del Gobierno chino del ejercicio de la soberanía sobre Hong Kong y Macao, el pueblo de toda China espera con mayor ansia resolver el problema de Taiwan con prontitud y culminar la reunificación completa del país. Nos asiste la firme convicción de que con el esfuerzo concertado de todos los chinos, comprendidos los compatriotas de ambas orillas y los de ultramar, la reunificación total de la patria se materializará sin lugar a dudas.
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