La caligrafía, uno de los tesoros más preciados de la cultura china, se considera una pintura sin modelo; una música sin sonido; una danza sin bailarines; una arquitectura sin materiales de construcción. En la dinastía Tang, surgió un estilo caligráfico conocido como "adoración de la ley", que se caracteriza por la lograda combinación del vigor y el espíritu, el contenido y la forma. Dejando de lado lo antiguo, se establecieron las reglas básicas y los principales modelos de las caligrafías caoshu o "herbácea", xingshu o "cursiva" y kaishu o "normativa". Los calígrafos Tang seleccionaron lo esencial de las obras de las dinastías Wei, Jin y las dinastías del Sur y del Norte, lo perfeccionaron con sus propias aportaciones y nos dejaron obras de elevado valor artístico tan numerosas como variadas. El erudito Xiao Yunru nos cuenta una interesante anécdota al respecto:
"El emperador Taizong no sólo era político, sino también calígrafo. Y como tal, admiraba a Wang Xizhi, conocido como "el sabio calígrafo". Un día del a?o 353, Wang Xizhi invitó a unos amigos al Pabellón de la Orquídea para beber y escribir versos. Aprovechando aquel agradable ambiente, Wang improvisó el Prefacio al Pabellón de la Orquídea, trescientos y tantos caracteres de tema sentimental. Su versión caligráfica era considerada la mejor muestra de escritura xingshu del mundo. El emperador Taizong estaba intentado por todos medios encontrar el original del Prefacio al Pabellón de la Orquídea. Un día le dijeron que lo tenía un monje de Shaoxing, templo de la provincia de Zhejiang. El emperador lo invitó a la corte y, con la esperanza de que el monje le entregara la codiciada caligrafía, lo colmó de riquezas. Pero el monje fingió no saber de que le hablaba. Así que Taizong no tuvo más remedio que dejarlo marchar, no sin antes haber ordenado a un funcionario que lo siguiera sigilosamente. Al llegar al templo de Shaoxing, el funcionario se enzarzó en una discusión sobre la caligrafía en la que no dejó de refutar las afirmaciones del monje. éste, muy enfadado, le espetó finalmente: '?Usted qué sabe si tengo la caligrafía auténtica de Wang Xizhi?'. Según la leyenda, es posible que el emperador se llevara la célebre caligrafía a la tumba".