Casi una historia de amor convirtió a Peter Chan en símbolo del mejor cine hongkonés del momento. Pero tras ese éxito espectacular, el cineasta se mantuvo largo tiempo alejado de la gran pantalla para huir del encasillamiento y no quedarse atrapado en lo que él mismo llamaba "secuelas" de su primera obra. Para salirse de la estela dejada por el éxito de Casi una historia de amor, empezó a rodar el musical Quizás amor. Peter Chan ha dirigido comedias, musicales e incluso películas de fantasmas, pero en el fondo de sus producciones siempre se encuentra una historia romántica. Con Quizás amor aspiraba a liberarse del influjo de Casi una historia de amor y poder así emprender una nueva etapa de su carrera artística.
El estreno de Quizás amor fue recibido con grandes elogios por parte de los aficionados a los musicales y dio un nuevo impulso a la carrera del cineasta hongkonés, que con esta película obtuvo el Premio al Mejor Director en la cuadragésima tercera edición de los Premios Caballo Dorado.
En una escena de Quizás amor, el protagonista dice: "la vida de cualquiera es una película protagonizada por uno mismo. A veces, uno se cree protagonista de la película de los demás; pero lo cierto es que únicamente interpretamos un papel secundario y solo representamos un fragmento; además, es muy probable que ese fragmento lo corten sin que nos enteremos". Peter Chan sigue guardando todos los fragmentos de esta película que suprimió, ya que en el proceso de montaje también pueden cometerse errores. El director hongkonés, cuyos puntos de vista y sentimientos sobre el séptimo arte difieren de los de sus colegas, afirma que en sus películas deben plasmarse sus ideas y pensamientos íntegramente y sin excepciones.
"Suelo decir que mis películas nunca alcanzarán la categoría de arte. El espacio que dejo es limitado; no quiero dejar mucho espacio para que el público reflexione, porque cuento lo que pienso. Quizás los espectadores no estén de acuerdo conmigo, pero insisto en no dejarles más espacio."
En los cines chinos se ha estrenado recientemente Hermanos de sangre, una gran producción con imponentes escenas de guerra y una acción apasionante. Peter Chan, especialista en películas de temática amorosa, confesó que tanto el cine bélico como el de acción le resultaban totalmente nuevos, a pesar de lo cual se sentía seguro de poder hacer un buen trabajo.
Durante los largos a?os que lleva consagrado a la dirección cinematográfica, a menudo se ha sentido presa del cansancio. Pero muchas más han sido las ocasiones en que, llevado por las alegrías deparadas por su amado séptimo arte, se ha olvidado de descansar.
"Soy la persona más trabajadora que conozco. No lo digo porque me sienta orgulloso de ello. Se trata más bien de una queja, ya que debido al exceso de trabajo me resulta más difícil llegar a ser un verdadero director. Un director necesita tiempo para reflexionar, pero yo no lo tengo: administro una compa?ía y he de supervisar la producción de un sinfín de películas. Así que lo más habitual es que no pueda separar mi vida cotidiana y mi trabajo."
Peter Chan participa en numerosas actividades benéficas organizadas por los círculos cinematográficos. Además, el exitoso cineasta hongkonés es el maestro de varios jóvenes directores asiáticos, y actualmente está supervisando la filmación de la película tailandesa Jan Dara y la surcoreana Un bonito día de primavera.